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Argentina avanza con actitud y fútbol de alto nivel

Siempre dicen que la actitud no se negocia. Y la Selección no la negoció. La disposición para jugar, tampoco. Se entregó desde el instante mismo en el que la pelota comenzó a recorrer el césped del estadio 947, ese excéntrico escenario qatarí construido con contenedores. Como no lo había hecho más allá de la ventaja inicial contra Arabia Saudita y, fundamentalmente, como decidió no hacerlo durante la primera hora del duelo con México. Ese apetito puesto al servicio del triunfo hizo posible el 2-0 sobre una Polonia con más luces que sombras… ¡Y adiós fantasmas! Argentina consumó su clasificación a octavos de final y dio un mensaje contundente en la Copa del Mundo: su mejor fútbol está de regreso.

Muy pronto quedó claro que la ambición era solo albiceleste. Polonia acumulaba hombres en las cercanías de su arco. Arriba quedaba solo Robert Lewandowski, el artillero serial que tanta fama ha acumulado en su larga carrera. Mejor dicho: quedaba arriba, muy solo y casi sin tocar la pelota. No le llegaba simplemente porque su equipo no la conseguía.

EL SUSTO: EL ARQUERO POLACO DETUVO EL PENAL DE LIONEL MESSI.

El balón era propiedad absoluta de una Argentina que encaraba con la habilidad de Ángel Di María, con las proyecciones de Nahuel Molina y Marcos Acuña por los costados, con la permanente amenaza que constituía Lionel Messi, con el desfachatado empuje de Enzo Fernández y con el revoloteo de Julián Álvarez en las proximidades del área de Wojciech Szczesny.

Un par de remates de Messi, un enganche y posterior disparo de Acuña que se fue cerca, un córner que tenía destino de gol olímpico que evitó el arquero, dos peligrosos intentos de Julián, un tiro de larga distancia de Enzo… Todo era de la Selección.

La mejor oportunidad se presentó cuando entró en escena el VAR, un instrumento diseñado por gente que no entienda nada de fútbol y que llegó para ser la verdad revelada de este deporte. El árbitro Danny Makkelie le hizo caso a esa herramienta tecnológica y le concedió al equipo de Lionel Scaloni un penal por un mínimo roce de una mano del arquero sobre Messi. La Pulga se paró delante de la pelota y buscó la punta izquierda. Se encontró con la segura respuesta de Szczesny, que contuvo su segundo remate desde los doce pasos en lo que va del Mundial.

LOS GOLES Y EL BUEN JUEGO

No hubo que esperar demasiado por la ventaja. Apenas volvieron del descanso, Molina se fue por la punta derecha y envió un centro que Alexis Mac Allister, con un remate mordido, transformó en el gol que tanto buscaba el Seleccionado. Tanta voracidad ofensiva tuvo recompensa. El problema pasaba a ser de Polonia, un rival muy conservador y carente de ambición.

ALEXIS MAC ALLISTER ABRIÓ LA CUENTA.

Los de Scaloni no permitieron la reacción de sus oponentes. Porque además de la seguridad que garantizaban los impasables Cuti Romero y Nicolás Otamendi, continuaron arrinconándolos contra su arco. Di María y Molina por la derecha, Acuña por la izquierda, Messi y Julián Álvarez por donde encontraran un resquicio, De Paul, Mac Allister y Enzo Fernández por el medio… Sí, Argentina buscaba por todos lados.

El técnico hizo ingresar a Nicolás Tagliafico (le sacaron sobre la línea el tercero) por el amonestado Acuña y a Leandro Paredes para controlar aún más la mitad de la cancha. Las modificaciones no cambiaron la noción de monólogo violeta –tal el color de la camiseta estrenada en el ámbito mundialista- ante la pasividad polaca. Increíble, pero real, los europeos no avanzaban ni siquiera en caso de necesidad…

SÍ, LA SELECCIÓN ESTÁ

Se sintió cada vez más cómodo Enzo Fernández para manejar la pelota y lo demostró metiéndole un pase perfecto a Julián Álvarez para darle vida a un golazo. Los pibes se animan a jugar y juegan bárbaro. Y un rato después el mediocampista del Benfica repitió con una habilitación para Messi, quien perdió con el arquero.

Casi inmediatamente Julián estuvo cerca del tercero. ¡Cómo estaba jugando la Selección! Un partidazo. Hacía falta una labor de estas características para dejar en el olvido la derrota del debut y la tranquilizadora victoria sobre México consumada a puro sufrimiento. Por fin, Argentina mostraba las credenciales de aspirante al título con las que arribó a Qatar. Entraron Germán Pezzella, Lautaro Martínez (tuvo una gran oportunidad, pero remató desviado), Thiago Almada… Todos se sumaban a la función de gala. Argentina mostró su mejor cara en el Mundial. Tuvo actitud para ser artífice de su propio destino y, especialmente, se encontró con el fútbol de alto nivel que la hace un rival temible para cualquier aspirante al título.

JULIÁN ÁLVAREZ CORONÓ SU GRAN TRABAJO CON UN GOL.

LA SÍNTESIS

Polonia 0 – Argentina 2

Polonia: Wojciech Szczesny; Matthew Cash, Kamil Glik, Jakub Kiwior, Bartosz Bereszynski; Piotr Zielinski, Krystian Bielik, Grzegorz Krychowiak, Przemyslaw Frankowski; Robert Lewandowski, Karol Swiderski. DT: Czeslaw Michniewicz.

Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Ángel Di María, Rodrigo de Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Julián Álvarez. DT: Lionel Scaloni.

Incidencias

Primer tiempo: 38m Szczesny (P) le atajó un penal a Messi. Segundo tiempo: Michal Skoras por Swiderski (P); Jakub Kaminski por Frankowski (P); 1m gol de Mac Allister (A); 13m Leandro Paredes por Di María (A); 14m Nicolás Tagliafico por Acuña (A); 17m Damian Szymanski por Bielik (P); 22m gol de J. Álvarez (A); 26m Artur Jedrzejczyk por Bereszynski (P); 33m Lautaro Martínez por J. Álvarez (A); 33m Germán Pezzella por E. Fernández (A); 43m Krzysztof Piatek por Krychowiak (P); 43m Thiago Almada por Mac Allister (A).

Amonestados: Krychowiak (P); Acuña (A).

Estadio: 947 (Doha). Árbitro: Danny Makkelie, de Curazao.