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Messi también homenajeó a Panenka

LIONEL MESSI PICA LA PELOTA CONTRA EL LEIPZIG.

Un gesto cómplice de Kylian Mbappé le da la oportunidad a Lionel Messi de pararse a once metros del arquero Peter Gulacsi, del Leipzig. El partido está 2-2. Falta poco más de un cuarto de hora para el final de ese choque por la fase de grupos de la Liga de Campeones de Europa. La Pulga pica la pelota y el penal se transforma en una genialidad que hace posible el 3-2 del Paris Saint-Germain en el estadio Parque de los Príncipes. El argentino se lleva todos los aplausos. Y, de pronto, todos recuerdan a Antonin Panenka, permanentemente homenajeado por todos los valientes/locos de sangre fría a los que no los asustan los doce pasos.

Panenka era un jugador checoslovaco de gruesos bigotes y talento infinito. Pícaro, le gustaba apostar con el arquero Vladimir Hruska en los entrenamientos de su equipo, el modesto Bohemians. Se retaban en definiciones por penales con chocolates y cervezas como recompensa.

Cansado de que Hruska engordara a sus expensas, Panenka decidió que había llegado la hora de hacer algo diferente. Y, de pronto, en los duelos con su compañero empezó a picar la pelota. Se atiborró de chocolate y cerveza. También patentó una forma de ejecutar penales que nadie sabe si es de su invención, pero que sin dudas quedó instalada en la memoria colectiva con su nombre.

GENIAL OCURRENCIA

Contra todos los pronósticos, Checoslovaquia accedió a la final de la Eurocopa de 1976. Debía enfrentar a la poderosísima Alemania Federal, campeona del mundo en 1974 y defensora del título continental logrado cuatro años antes en Bélgica.

ANTONIN PANENKA VENCE A SEPP MAIER E INVENTA UNA FORMA DE PATEAR LOS PENALES.

El Káiser Franz Beckenbauer y un arquerazo como Sepp Maier eran las principales figuras de un equipo que conservaba piezas vitales en las anteriores consagraciones como Rainer Bonhof, Ulrich Hoeness y Berti Vogts, entre otros. Ya no integraban el conjunto dirigido por Helmut Schön el temible goleador Gerd Müller ni el fino mediocampista Wolfgang Overath, pero asomaban Karl-Heinz Flohe y Dieter Müller.

Alemania era favorita, pero la finalísima, disputada el 20 de junio de 1976 en Belgrado, terminó 2-2 después de 120 minutos de acción. El título debía dirimirse desde los doce pasos. Acertaron los checos Marian Masny, Zdenek Nehoda, Anton Ondrus y Ladislav Jurkemik. Lo mismo sucedió con sus rivales Bonhof, Flohe y Hans Bongartz.

Hoeness, que fallaba pocas veces, remató por arriba del travesaño. Le tocaba el turno a Panenka. Sus compañeros temblaban. Sabían que era capaz de apelar a la técnica desarrollada en las prácticas contra Hruska. No pensaban que se atreviera a hacerlo en un momento de tanta tensión. ¡Se equivocaron! Venció al famoso Maier con una definición tan exquisita como inverosímil que quedó para siempre en el recuerdo. Desde ese día todos sabían lo que significaba patear un penal a lo Panenka.

LOS ACIERTOS MÁS FAMOSOS

Messi se encargó de traer a la memoria la histórica definición del checo. Pero no fue la primera vez. El capitán de la Selección argentina ya había hecho de las suyas en otras cuatro oportunidades.

En sus días en Barcelona había picado penales en la Liga española contra Getafe en la temporada 2014/15, Villarreal en la 2016/17 y Atlético Madrid en la 2019/20 el día en el que marcó su gol número 700 (en ese momento llevaba 630 con el equipo catalán y 70 con la Selección). También había ganado en un mano a mano contra el Olympique Lyon por la Champions League de la campaña 2018/19.

«La ejecución es la mejor que he visto nunca, no demasiado fuerte, centrado, bombeado, la pelota volando… Técnicamente es impresionante y el gol es una muestra más de su calidad», dijo el propio Panenka respecto de la soberbia ejecución del rosarino contra Getafe.

Pero si bien a esta altura Messi puede ser considerado un especialista, existen otros ejemplos que surgen como casos emblemáticos que vale la pena evocar.

LA SUTILEZA DE ZIDANE CONTRA ITALIA.

El francés Zinedine Zidane, uno de los más espectaculares jugadores de las últimas décadas, se burló del dramatismo de una final mundialista y doblegó a Gianluigi Buffon desde el punto penal picando la pelota. Claro, a Zizou se le soltó la cadena y arruinó su fantástica actuación en Alemania 2006 y se fue expulsado por el cabezazo a Marco Materazzi que terminó allanándole a Italia el camino al éxito.

Cuatro años más tarde, al uruguayo Sebastián Abreu se le ocurrió que no importaba que en sus pies tuviera la suerte de Uruguay en Sudáfrica 2010. El Loco dejó en ridículo al ghanés Richard Kingson e instaló a La Celeste en las semifinales de esa Copa del Mundo.

El italiano Andrea Pirlo, futbolista de fina estampa, se lució contra el inglés Joe Hart en las semifinales de la Eurocopa 2012. El entonces mediocampista de la Juventus le dio vida a uno de los remates más recordados del pasado reciente.

En la Euro 2000 Francesco Totti, otro lujoso representante de la squadra azzurra, asombró con ese recurso contra el holandés Edwin Van der Sar en las semifinales en las que Italia se quedó con el triunfo.

Está claro que no existe un perfil determinado de jugador que unifique a quienes se atreven a imitar a Panenka. La prueba es que un vigoroso defensor como Roberto Trotta pateó de ese modo en un partido caliente en el que River batió a Vélez en el Clausura 2002. El Cabezón se atrevió nada más y nada menos que contra José Luis Chilavert, con quien tenía una pésima relación después de haber ganado todo con el Fortín tiempo antes.

LA LOCURA DE SEBASTIÁN ABREU LLEVÓ A URUGUAY A LAS SEMIFINALES DE SUDÁFRICA 2010.

Otro duro como el español Sergio Ramos se despachó con un penal picado en las semifinales de la Euro 2012 contra Portugal. El zaguero que por esos días militaba en Real Madrid venía de fallar en la Champions contra Bayern Munich.

En su notable etapa en el Barcelona, el uruguayo Luis Suárez se dio el gusto de contribuir con un gol por esa vía al triunfo por 3-1 sobre Real Madrid en las semifinales de la Copa del Rey de 2019.

Por supuesto un enganche de los quilates de Juan Román Riquelme no podía quedar al margen de esta enumeración. Se puede mencionar la ocasión en la que su clase afloró contra Darío Capogrosso, de Deportivo Merlo, en la Copa Argentina de 2012 en un partido en el que había hecho un golazo de tiro libre; y cuando repitió en 2014 contra Estudiantes de Buenos Aires por los cuartos de final de esa misma competición. Su víctima fue Martín Ríos, ex arquero de Huracán.

IMPERDONABLES

Así como un jugador rompe el molde por animarse a una ejecución tan llamativa, también es cierto que queda condenado al escarnio público cuando la pelota no termina en el fondo del arco rival.

Una fallida y reciente ejecución corrió por cuenta de Edwin Cardona en el Superclásico de la Copa de la Liga Profesional de este año en el que Boca dejó en el camino a un River plagado de ausencias por culpa del coronavirus.

CARDONA PERMITIÓ EL LUCIMIENTO DEL DEBUTANTE LEANDRO DÍAZ.

Esa tarde el colombiano permitió que se luciera el pibe Leandro Díaz, un arquero al que le tocó debutar nada más y nada menos que en el partido más importante del fútbol argentino. Lo más insólito de esa jugada fue que el juvenil millonario hasta tuvo tiempo de volver sobre sus pasos para quedarse con la pelota.

En una de sus últimas actuaciones en el Manchester City, Sergio Agüero perdió en el mano a mano con Edouard Mendy en un partido ganado 2-1 por Chelsea. El Kun, máximo goleador histórico del equipo inglés que orienta técnicamente Pep Guardiola, debió esperar un par de semanas más para obtener otro título en la Premier League.

Como en este deporte no existen verdades irrefutables, hasta aquellos que suelen llevarse todos los elogios pueden errar. Le pasó a Abreu en 2011 cuando jugaba en Botafogo en un partido contra Fluminense por el Brasileirao. Esa vez, al Loco le atajaron un penal y después metió otro.

Totti, eterno capitán de la Roma, no tuvo suerte contra Lecce en un duelo por la Liga italiana que finalizó 2-2 en 2004.

DISCUTEN BORRÉ Y DE LA CRUZ. DESPUÉS FALLÓ EL URUGUAYO.

Un crack que combinaba genialidad con irascibilidad como el francés Eric Cantona dilapidó un disparo desde los once metros –la distancia que marca el reglamento entre el punto penal y la línea de meta- cuando vestía la camiseta de Burdeos. Fue en una impensada derrota por 3-2 de su equipo contra el Beauvais, de la segunda división, en la Copa de Francia de 1989.

En la Superliga 2019/20 Nicolás De la Cruz discutió con su compañero Rafael Santos Borré para ver quién iba a hacerse cargo de un remate contra Lanús. El uruguayo prevaleció en la disputa verbal, pero sucumbió ante el guardavalla Agustín Rossi.

Los hinchas de San Lorenzo tienen presente el error de Nicolás Blandi contra Banfield en 2017, cuando su tiro terminó en las manos del juvenil Facundo Altamirano o el intento del paraguayo Adam Bareiro que pasó sobre el travesaño contra Central en 2019.

Es cierto: solo erran penales los que los patean. Pero tan cierto como eso es que apenas unos elegidos como Messi son capaces de brindar un permanente homenaje a Panenka, el ocurrente checo que le dio a su selección un título en la Eurocopa picando un penal.