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La Selección está en su punto justo

La Selección argentina se encuentra en un estado casi ideal. Con el Mundial a la vuelta de la esquina, aprobó en la Finalissima un examen con alta calificación. Sí, es cierto que la Italia que por segunda vez consecutiva sufre el dolor de ya no ser no constituye una medida tan rigurosa, pero cómo no detenerse a pensar en todo lo bueno que hace el equipo de Lionel Scaloni pensando en Qatar 2022.

La Copa del Mundo no perdona. Los azzurri, que se perdieron la de 2018 y tampoco estarán en la que comenzará en noviembre, pueden dar fe de ello. Sus eliminaciones tempranas en 2010 y 2014 sirvieron de adelanto: el que se equivoca paga un costo muy alto.

La Selección argentina está en el punto justo. En términos parrilleros sería un asado con la cocción ideal. Ni jugosa ni pasada. Sí, es cierto: muchos comensales optan por la carne rojiza o más oscurita, casi crocante. Pero el fútbol, en cierta medida como la parrilla, da muestras contundentes de lo peligroso que resulta que un equipo llegue a un torneo importante fuera de punto.

TODOS FESTEJAN CON LAUTARO MARTINEZ.

Le pasó al Seleccionado que condujo Marcelo Bielsa al fracaso en Japón – Corea del Sur 2002. Arribó al certamen habiendo dejado atrás su pico de rendimiento un año antes. Jugó pasado y terminó chamuscándose en las llamas del infierno de las críticas.

Hace cuatro años, en Rusia, al conjunto que dirigía Jorge Sampaoli le ocurrió todo lo contrario: nunca adquirió fisonomía de equipo y acabó desangrándose escandalosamente.

Hoy, en cambio, la Selección argentina puede jactarse de haber alcanzado una condición ideal. Rompió el maleficio de 28 años sin títulos, acumula una marca récord de partidos sin derrotas, redimió a un grupo de jugadores que venían llorando penas a mares y hasta permitió que un técnico en formación como Scaloni se recibiera con honores.

Qatar 2022 es la meta, el objeto de deseo de todos los hinchas. La ilusión se renueva cada cuatro años. Crece contra viento y marea. Después del descalabro inaudito de Rusia 2018 parecía que iba a ser muy difícil volver a creer. Pero no fue así.

UN BUEN ASADOR

LIONEL SCALONI, HASTA AHORA UN BUEN ASADOR.

Scaloni demostró ser un buen asador. Eligió los cortes justos, desestimó algunos que llevaban mucho tiempo tomando temperatura y recorrió a carne fresca que le dio a la parrilla el aspecto de un sabroso banquete que se cocinaba a fuego lento, con la exacta cantidad de brasas para que el producto final no se arrebate.

Lionel Messi es, más que nunca, la pieza más apetitosa del menú. Ya no es el salvador que debe encargarse de quitar el mal sabor en la boca que deja la Selección argentina. Hoy es el manjar reservado para las ocasiones especiales. Se trata de un mérito del entrenador, quien rodeó a la Pulga de cortes de calidad y los dispuso sobre el fuego de un modo tan perfecto que cada uno se nota delicioso.

Lautaro Martínez es el delantero que todos sabían que iba a ser cuando Sampaoli lo hizo a un lado hace cuatro años como si fuera una tapa de asado llena de grasa. Ángel Di María se antojaba un vacío medio seco y nada tentador, pero de una vez por todas encontró su punto justo. Lo mismo pasó con Nicolás Otamendi.

El DT descubrió en la ganchera de la Selección argentina piezas de calidad premium como Cristian Romero, Emiliano Martínez y Rodrigo De Paul y encontró al exótico primo cordobés del vacío, la marucha, personificada en Nahuel Molina, un lateral desestimado prematuramente en Boca.

Hasta inventó un corte que nadie tenía en cuenta. Hubo una época en la que todo el mundo miraba de reojo a la entraña. Ahora provoca furor. Eso mismo ocurre con Leandro Paredes, la gran apuesta de Scaloni a la hora de desterrar el tradicional 5 de marca para servir uno de juego y que si bien ganó un protagonismo estelar, mantiene la obligación de ser apetitoso como los cortes que nunca se rigen por las modas. Y si no se encuentra la entraña -o Paredes, que es lo mismo-, nunca falla una tirita de asado bien representada por Guido Rodríguez.

La parrilla de Scaloni tiene de todo. Asado, vacío, chorizo, morcilla, salchichas, entraña, matambre, mollejas, hígado, chinchulines… Sí, también se distinguen algunos elementos pedidos por los veganos. Es un menú que invita al pecado de la gula. Es preciso  que, como buen parrillero, el técnico se las ingenie para que nada salga jugoso o pasado, más allá de los gustos personales, claro. Porque la Selección argentina hoy está en el punto justo y así Qatar 2022 promete ser una delicia.

LIONEL MESSI YA NO ES EL SALVADOR, SINO QUE APROTA EL TOQUE DE DISTINCIÓN CUANDO ES NECESARIO.