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Adiós Jefecito… y gracias por todo

La imagen está eternamente instalada en la memoria colectiva del pueblo futbolero. Arjen Robben tiene el gol de Holanda a su disposición. De pronto, heroico, valiente y decidido, Javier Mascherano lo impide.  Un rato después, como consecuencia directa de su espectacular salvada, convence a Sergio Romero de que también puede transformarse en héroe en la definición por disparos desde el punto penal. Chiquito le creyó y la Argentina siguió su camino hacia la final en Brasil 2014. El feliz epílogo de la secuencia sólo fue posible por esa corajeada del Jefecito. Así recordamos todos a un jugador histórico de la Selección que acaba de decirle adiós al fútbol.  No se fue uno más, sino uno que durante un largo tiempo fue el jugador que todos queríamos ser si hubiésemos tenido la oportunidad de estar dentro de una cancha.

«Quiero anunciar que hoy me retiro del fútbol profesionalmente, quiero agradecer a este club que me dio la oportunidad de terminar mi carrera en Argentina», expresó el Jefecito, de 36 años. El final seguramente no es el que deseó. No soñaba con decirle al mundo que se iba en un Estudiantes que no estuvo a su altura, que con un plantel de dudosa jerarquía penaba en la Copa de la Liga Profesional. 

Quizás no se antoje oportuno el momento, pues al Pincha le queda medio certamen por delante. Pero únicamente Mascherano entiende las demandas de su cuerpo, su mente y su espíritu.

SIMBOLO EN CELESTE Y BLANCO

La última etapa no puede borrar todo lo anterior. Mascherano fue un jugador hecho a la medida de la Selección. Desde los juveniles hasta la mayor. ¿Cómo olvidar que Marcelo Bielsa le abrió la puerta para salir a jugar vestido de celeste y blanco antes de debutar en la Primera de River?  Fue un símbolo del equipo argentino durante 15 años.  

El Mundial de Brasil mostró el pico máximo de una trayectoria irreprochable que se fue desdibujando luego de ese certamen y que se prolongó artificialmente hasta Rusia 2018. No debió haber estado en esa última Copa del Mundo, al menos no en el puesto de mediocampista que hacía rato había dejado para desempeñarse como zaguero central. Tampoco porque él mismo había decidido poner su carrera en pausa mudándose del exitoso Barcelona español al Hebei China Fortune.

LA INOLVIDABLE JUGADA EN LA QUE LE NEGÓ EL GOL A ROBBEN EN BRASIL 2014.

Mascherano fue el líder de la Selección durante gran parte de su trayectoria internacional. Pese a que le quitaron la cinta, era el capitán en los hechos, el referente al que sus compañeros buscaban con absoluta naturalidad en los momentos complicados. Así de grande fue su figura. Pero su estatura no se resume a ese aspecto. Tuvo un notable rendimiento dentro de la cancha. Jugó siempre con el manual del 5 debajo del brazo. Puso el cuerpo y el alma cada vez que cubrió su pecho con la camiseta de la Selección. Por un largo tiempo el número 14 del conjunto albiceleste estará asociado con él.

Dejó huella en River y en todos los clubes en los que sembró el campo de juego con su sudor. Corinthians (Brasil), West Ham, Liverpool (ambos de Inglaterra) y Barcelona (España) contaron con su espíritu ganador e inquebrantable. En la Ciudad Condal fue un pilar defensivo de un equipo que hizo historia.

Ganó todo lo que se puede ganar. Su cuenta pendiente en materia de triunfos será siempre la Selección mayor. En juveniles obtuvo el Sudamericano Sub 20 y con la Sub 23 un Preolimpico y dos medallas doradas en los Juegos Olímpicos. Pero la falta de títulos en celeste y blanco no puede nublar el juicio y negarle el rol preponderante que cumplió en el Seleccionado. Si hasta vistió la camiseta nacional más veces que ningún otro futbolista…

SE TERMINÓ EL DOBLE 5

Pocos días antes del anuncio que Mascherano hizo ayer se concretó la despedida de Fernando Gago. No resulta caprichoso vincular un hecho con el otro, pues el Jefecito y Pintita compusieron un doble 5 de un excelente rendimiento en la Selección. Se complementaban a la perfección. Uno era el sacrificio y la salida clara; el otro, la lucidez y el lujo para jugar. Una sociedad perfecta.

MASCHERANO Y GAGO, DOS JUGADORES QUE SE VAN A EXTRAÑAR .

Gago luchó contra las lesiones durante toda su carrera. Volvió siempre cuando se creía que el final era un hecho. Lo intentó con una férrea fuerza de voluntad. Hace unos meses, una lesión defendiendo los colores de Vélez puso en riesgo su continuidad, pero, como siempre, estuvo de regreso. Tal vez los pocos partidos que disputó en esta particular temporada 2020-21 no fueron dignos de su calidad. Quizás eso lo haya llevado a entender que no valía la pena seguir luchando contra la adversidad.

Pintita fue un extraordinario futbolista. Es cierto que alcanzó su mejor nivel en Boca hace varios años y que no siempre en su paso por las ligas europeas repitió esos desempeños que tantos aplausos recibieron en su etapa xeneize y en la Selección. Pero su retiro es significativo porque no quedan jugadores como él. O quedan muy pocos, lamentablemente.

Se fue Mascherano y un poco antes Gago. Se rompió el doble 5. El fútbol les agradece todo lo que hicieron.