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Una suspensión tan lógica como desprolija

Se paró la pelota. El Covid-19 la paró. En realidad, la política lo hizo. La lógica parece haberse impuesto en un país que está en pausa para tratar de contener la alarmante propagación de casos y la pérdida de vidas que día a día sacuden a la Argentina. El fútbol dejó de vivir en la burbuja de cristal en la que pretendían absurdamente esconderlo. La medida va de la mano con las disposiciones del Gobierno nacional, pero la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Liga Profesional de Fútbol (LPF) quedaron en posición adelantada por la desprolijidad con la que abruptamente se interrumpió la competición local que estaba en plena fase de definiciones.

A la Copa de la Liga Profesional le quedan apenas tres partidos: las dos semifinales y la final. El primer par de encuentros estaba programado para este sábado y domingo en San Juan y una semana más tarde iba a disputarse el duelo por el título en Santiago del Estero.

EL PRESIDENTE DE LA AFA, CLAUDIO TAPIA Y EL JEFE DE GABINETE SANTIAGO CAFIERO.

Cuando el presidente Alberto Fernández anunció ayer el confinamiento estricto que se instrumentará entre del 22 al 30 de mayo el fútbol no se veía alcanzado por esa disposición. No se intuía descabellado porque el propio Jefe del Estado había deslizado días antes que la Argentina iba a estar en condiciones de acoger a la Copa América en caso de que Colombia no se viera forzada a renunciar a ser una de las sedes.

El problema es que con el correr de las horas empezaron a escucharse las voces en contra de mantener al margen a ese deporte en un país en el que la educación y muchas actividades comerciales y laborales se ven seriamente afectadas por las medidas para enfrentar a la pandemia. Rápido de reflejos, el Gobierno convocó a las autoridades de la AFA para rever esta situación. En un abrir y cerrar de ojos, el fútbol argentino se alineó con el Poder Ejecutivo Nacional y la LPF comunicó la suspensión y reprogramación de la Copa de la Liga Profesional.

ENTRE GALLOS Y MEDIANOCHE

Como la determinación se tomó esta mañana, varios equipos pagaron el precio de tanta improvisación. Boca jugó anoche contra Barcelona, de Ecuador, por la Copa Libertadores y el técnico Miguel Ángel Russo resguardó a algunos futbolistas para que estuvieran en mejores condiciones de medirse con Racing en las semifinales del fin de semana.

De haber sabido que la actividad local sería suspendida, el entrenador habría apelado a todos sus titulares y tal vez no tendría que esperar hasta la última fecha de su grupo para sellar la clasificación a la próxima instancia.

Pero el panorama es peor si se tiene en cuenta que el resto de los protagonistas de las semifinales -Racing, Colón e Independiente- estaban ultimando su puesta a punto para salir a la cancha. Se dio la ridícula situación que los respectivos entrenadores debieron cambiar de planes a último momento y dejar de preparar los partidos y la logística para el traslado a San Juan.

Por suerte ningún plantel había emprendido el viaje hacia tierra cuyana. En cambio, Brown de Puerto Madryn ya había recorrido los 1.300 kilómetros que separan a su ciudad de Buenos Aires para medirse mañana con Tristán Suárez, por el certamen de la Primera Nacional. La AFA suspendió los torneos de Ascenso demasiado tarde… tanto que algunos encuentros de otras categorías se llevaron a cabo porque la suspensión comenzaba el 22…

En este punto cabría preguntarse por qué no se detuvo la actividad hace unas semanas, cuando Sarmiento, Banfield o River, entre otros equipos, sufrieron los azotes del coronavirus y tuvieron que hacer milagros para cumplir con sus compromisos. La respuesta sería que la política no había optado por jugar su propio partido.

También resultaría interesante saber cuáles son los planes de la AFA y la LPF para reprogramar las semifinales y la final de la Copa de la Liga. Porque se vienen las fechas de las eliminatorias y la Copa América está a la vuelta de la esquina y eso pone en jaque a los equipos locales que deban ceder futbolistas a las distintas selecciones nacionales.

LA CONMEBOL, EN SU BURBUJA

Si bien la pelota dejará de rodar en  el ámbito local, en la Copa Libertadores y en la Sudamericana no sucederá lo mismo. La Confederación Sudamericana (Conmebol) optó por mantener su calendario de competiciones, por lo que los equipos argentinos que participan en esos certámenes deberán seguir entrenándose y esperar una notificación para saber si podrán jugar en sus propios estadios cuando sean locales o si deberán mudarse temporariamente a otro país.

Quizás sería ingenuo plantear que River padeció los efectos de trasladarse a Colombia, donde casi todo el plantel se contagió. A la Conmebol nada parece preocuparle. Si hasta podría imaginarse que disfrutó el absurdo que llevó a los millonarios a improvisar a Enzo Pérez como arquero y a disponer apenas de once jugadores para medirse con Independiente Santa Fe. Sí, es verdad que el DT de los de Núñez, Marcelo Gallardo, no inscribió los 50 jugadores permitidos excepcionalmente en la lista de buena fe, pero ese detalle no alcanza para disimular que la Libertadores no se interrumpe aunque en los alrededores de los estadios haya revueltas sociales y represión como pasó en Colombia.

ENZO PÉREZ, UN ARQUERO IMPROVISADO Y HEROICO.

A propósito del país cafetero: estaba designado para ser sede la Copa América 2020 que se disputará este año. Mejor dicho: que se disputará el mes próximo en organización conjunta con la Argentina. El torneo sudamericano de selecciones aparece en un momento muy inoportuno. La crisis política de Colombia y la catástrofe sanitaria que impone el virus en todo el continente obligaría a posponerlo. Pero para la Conmebol el espectáculo debe continuar.

Alberto Fernández aseguró que nuestro país podría hacerse cargo de recibir a las delegaciones internacionales para que la Copa se realice en condiciones de cierta normalidad. Curiosa postura la del Presidente que no duda en detener rubros mucho más importantes que el fútbol y que todavía no ha conseguido impulsar la campaña de vacunación que tanto urge…

Y por si este panorama no fuera los suficientemente oscuro, también deben jugarse dos fechas de eliminatorias para el Mundial 2022. En el predio de la AFA en Ezeiza ya se puso en marcha la burbuja para que los integrantes de la Selección argentina se alisten para los duelos con Chile (2 de junio) y Colombia (el 8 en Barranquilla). Esto va da la mano con que Conmebol consiguió 50 mil dosis de la vacuna Sinovac para administrar a los jugadores. Milagroso lo de la entidad radicada en Asunción: encontró sin demasiados problemas los tan buscados agentes inmunizadores en un mundo que no los consigue. Mejor no reparar en que en nuestro país no está aprobada la vacuna de Sinovac…

Lo cierto es que la pelota está parada en la Copa de la Liga Profesional. El suspenso se apoderó de esta particular competición con la que se procura disimular que la Argentina es el único país del planeta que no logró encausar sus calendarios en tiempos de pandemia. Está bien que se haya decidido interrumpir la actividad, pero ¿había que hacerlo de un modo tan desprolijo?