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Un aniversario histórico para Mar del Plata: el Torreón del Monje cumplió 120 años

Dialogamos con Rodolfo Parato, hijo del mítico Domingo que reimpulsó el edificio cuando estaba a punto de demolerse.

Mar del Plata cumplió 150 años y aún siguen los festejos de este aniversario histórico. Sin embargo, su vida está íntimamente entrelazada con un edificio que es un símbolo de la ciudad: el Torreón del Monje, esa bella cafetería de estilo gótico que ha maravillado a todo el mundo.

Ernesto Tornquist, un miembro de la élite europea, fue quien encargó la construcción de una torre al arquitecto alemán Karl Nordmann, a la que en un principio se le llamó Torre Belevedere, luego Torre Pueyrredón y finalmente con el nombre que la hace famosa.

La inauguración fue en 1904, y desde sus inicios funcionó como una cafetería. Según cuenta la leyenda, fue el propio Tornquist quien decidió donarla a la ciudad, que por entonces sólo tenía 30 años de vida. En 1927 comenzó la ampliación y dos años más tarde se le agregaron techos con tejas rojizas que continúan hasta hoy.

Su historia es tan rica que podríamos hacer una lista interminable de clientes ilustres, sucesos emblemáticos como la instalación allí del Círculo de Oficiales de la Marina y hasta cambios arquitectónicos como el de 1979.

En ese entonces, el empresario marplatense Domingo Parato comenzó a trabajar en la puesta en valor del inmueble, que ya estaba siendo amenazado por las mareas y debió construir dos escolleras, obras impensadas por aquella época, ya que ello le permitió resistir el embate de las olas.

“Tener 120 años no implica sólo una cuestión cronológica sino también 120 años de historias, de recuerdos, de cosas que pasaron acá adentro. Eso es lo que se siente, incluso nostalgia al recorrerlo. Para hacer el contenido del aniversario, encontramos muchas fotos e información del 1900, y en definitiva lo que se resume es: ¡cuánto pasó acá adentro!”, recordó a Brunch! Rodolfo Parato, hijo del mítico reimpulsor de esta obra.

-El Torreón ya es un símbolo que se convierte en sinónimo de Mar del Plata…

-Claro. Aparece como símbolo urbano, un ícono. Mar del Plata tiene un sentido de pertenencia hacia el Torreón, como pasa con el alfajor, con el pato, con el lobo marino y como con un montón de otros íconos de la ciudad. La diferencia radica en que el Torreón puede ser disfrutado. Hay símbolos que son meramente contemplados. En cambio la gente elige al Torreón y es un símbolo cultural.

-Y también arquitectónico…

-Sí, para la época tenía una morfología no habitual, un estilo arquitectónico pintoresquismo. No es tan común ver arquitecturas tipo medieval como castillos acá en Mar del Plata, y menos sobre la costa. No hay muchos castillos sobre el mar en la Argentina y en Mar del Plata es el único.

Rodolfo Parato (izq.), junto a su madre María del Carmen, y sus hermanos. En el centro, el empresario cofundador de Globant, Guibert Englebienne.

-Por el lugar pasaron miles de personas famosas. ¿De quiénes se acuerda?

-Justamente cuando buscábamos la información para el aniversario, encontramos visitas espectaculares. Acá vinieron desde Mercedes Sosa a Ricky Maravilla, pasando por Alberto Olmedo, Susana Giménez, Moria Casán o el artista top del momento. Presidentes pasaron todos. Y esto es lo que tiene Mardel como escenario: no en todas las ciudades del país fueron los presidentes, Mercedes Sosa, Susana, etcétera. El Torreón fue el escenario de muchos de estos encuentros. El más inmediato fue el del G-20 donde se reunieron ministros de Comercio y de Salud.

-¿Qué es lo que buscan a futuro?

-Queremos que sea un espacio donde la gente quiera venir, ese es el principal desafío para los próximos 120 años. Que se mantenga vivo, siga con ese sentido de pertenencia y se lo cuide y proteja. En la medida en que generemos el contenido para que la gente venga, el Torreón va a estar de por vida mantenido y cuidado. Para lograr eso, desarrollamos en 2016 un plan de obras que buscó convertir el gran café en un espacio que le permita albergar los hechos que el turismo demande. Desarrollamos un gimnasio que hoy es un éxito, hicimos un salón de eventos nuevo, hay una hamburguesería, hay un restorán, hay una serie de actividades funcionando todo el tiempo.

Hay una problemática que ocurre con la crecida de la marea y en este último tiempo ha afectado a toda la costa atlántica. ¿Les preocupa que el mar empiece a comerse la estructura?

Bueno, ya nos pasó. En 1979, cuando papá puso en marcha la puesta en valor del edificio, el gran problema que tenía era la subida del mar. El embate de la marea había generado una destrucción tal en la estructura que hasta se había pensado en demoler el edificio. Para protegerlo desarrolló dos obras muy importantes que son las escolleras. Y estas dos escolleras lo que hicieron fue no sólo proteger al edificio del mar sino generar una gran bahía. Esto permitió incluso que haya más playa. Hay un trabajo serio que se debe realizar de refulado, de sembrado de arena, que entiendo es en parte provincial y parte nacional, para protegerlo. Hoy no es una problemática que nos afecte directamente pero en el pasado sucedió y puede volver a pasar si el Estado no toma medidas. Incluso el embate del mar ya afectó a otras playas de Mar del Plata.

EVENTO

A pesar de que su historia está repleta de visitantes ilustres y turistas, el miércoles 28 de febrero cumplió 120 años y los festejó con un evento reservado al que acudieron funcionarios y políticos como el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro; la diputada y exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; figuras del espectáculo como Graciela Borges, Matías Alé, Teté Coustarot y Luciano Cáceres, empresarios como Florencio Aldrey Iglesias, la familia Cabrales y miembros de la Prefectura.