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Por qué no es una maldición exportar alimentos

La frase proferida por la diputada nacional Fernanda Vallejos vino a sacudir el avispero en materia económica. Aquella explicación de que exportar alimentos es una maldición porque condiciona los precios del mercado interno, atándolos a la plaza internacional, se volvió un búmeran.

El último informe elaborado por la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, dirigida por Marcelo Elizondo, echa luz sobre el asunto y explica las razones por las cuales el sector agropecuario es una bendición para la Argentina.

+ En el reciente 2020 las exportaciones argentinas han llegado a (cifras preliminares) 55.200 millones de dólares. De ellas, 16.700 millones están integradas por productos primarios (esencialmente agropecuarios) y 23.800 millones de dólares por productos manufacturados de origen agropecuario.

+ De tal modo que en 2020 unos 40.000 millones de dólares en exportaciones estuvieron compuestos por ventas de origen agroalimenticios (con diversos grados de manufacturación), lo que supone 72% del total (una cifra porcentual nunca antes alcanzada en lo transcurrido del siglo XXI y que sólo puede compararse con las que se obtenían hace unos 35 años).

+ En particular los mayores rubros exportadores argentinos en 2020 fueron los cereales (9.100 millones de dólares exportados), las harinas de soja (8.700 millones de dólares), las grasas y aceites (4.900 millones de dólares) y semillas oleaginosas (3.800 millones de dólares).

+ En 2019 Argentina tuvo un superávit comercial total en la balanza de bienes de 15.989 millones de dólares (diferencia entre lo exportado y lo importado). En 2020 el superávit comercial total fue de unos 13.000 millones de dólares  y estuvo explicado por el saldo favorable de las exportaciones agroalimenticias en la medida en que los demás rubros (industriales, energía y minerales y servicios) no arrojan cifras superavitarias.

+ Al superávit comercial argentino se lo puede calificar entonces de agrodependiente, porque sin el superávit de la agroindustria el resultado hubiese sido ampliamente deficitario. Más aun, los demás sectores restan al superávit que proveen las actividades de origen agropecuario.

+ La Argentina es un país agroexportador. Alrededor del 60% (algo más de 40.000 millones de dólares del total de 65.115 millones) de las  exportaciones del país provienen de actividades agropecuarias, con mayor o menor manufacturación según el caso. Y dentro de esa mayoría  agroexportadora, el complejo con mayores exportaciones es el sojero. Este,  junto al  maicero, la carne vacuna, el trigo, la cebada y la uva son los únicos que exportan por más de mil millones de dólares a año.

+ Hay varios sectores exportadores de origen agropecuario que superan los 50 millones anuales cada uno pero que no suman (cada uno) más de 500 millones anuales en cada sector. Estos sectores en conjunto exportan 3.198 millones de dólares (casi un 5% del total exportado por Argentina en todos los rubros sumados).Estos sectores están mayormente integrados por pymes para los que políticas de  promoción y  asistencia para las exportaciones  serían  más valiosas aún que para las grandes exportadores.

+ Argentina es ya hoy un relevante actor en el comercio internacional de agroalimentos. Efectivamente el  sector agroalimenticio es el mayor exportador en Argentina  (genera  casi dos tercios del total de bienes exportados desde nuestro país) y es el único que obtiene superávits comerciales intra-sectoriales generosos, lo que muestra su capacidad internacional.