Inicio Deportes Los blancos del racismo que estaba oculto

Los blancos del racismo que estaba oculto

SAKA, RASHFORD Y SANCHO, LAS VÍCTIMAS.

El destino suele trazar piruetas llamativas. Inglaterra cayó a manos de Italia en la final de la Eurocopa. Después de 120 minutos de acción en la que persistió el empate 1-1, el título quedó en manos de los azzurri merced a su mejor puntería en la definición por disparos desde el punto penal que los llevó a vencer 3-2. Tres jugadores británicos fallaron y fueron, curiosamente, hombres de color. Esta situación desató una furibunda ola de insultos racistas en el Reino Unido contra ese trío de futbolistas.

Marcus Rashford, Jadon Sancho y Bukayo Saka son los blancos de la ira. Mejor dicho: los usaron como blanco para exponer el racismo oculto de un país en el que las intensas campañas contra la discriminación racial parecen no dar resultado.

La pelota salió muy cerca del poste derecho de Gianluigi Donnarumma luego de la carrera con repiqueteo incluido que precedió al remate de Rashford. Sancho eligió la punta izquierda y se encontró con la perfecta reacción del joven arquero italiano. El disparo de Saka fue débil y muy anunciado hacia el mismo rincón escogido por su compañero y también sucumbió ante los grandes reflejos del flamante guardavalla del París Saint-Germain.

MARCUS RASHFORD SUFRE DESPUÉS DE ERRAR SU REMATE.

El marcador 3-2 a favor de Italia les dio a los dirigidos por Roberto Mancini el segundo título continental desde 1968. La derrota, en cambio, volvió a dejar con las manos vacías a Inglaterra, que jamás ganó la Euro y que continúa blandiendo como máximo galardón el polémico triunfo en el Mundial de 1966 obtenido justamente en Wembley, el escenario de la derrota del domingo.

Los azzurri se fundieron en el festejo. Los británicos consolaron a los compañeros que no acertaron. Esas escenas no escaparon de lo esperado luego de una final. Lo peor llegó después, cuando en redes sociales aparecieron publicaciones que proponían echar a Rashford, Sancho y Saka del país, enviarlos “de regreso a Nigeria” o identificarlos con emoticones de monos.

LA REACCIÓN DE JADON SANCHO ES CONTUNDENTE.

Twitter debió eliminar más de mil publicaciones con ese tipo de contenidos desde el pitazo final del árbitro neerlandés Björn Kuipers.

El rechazo a esta andanada de insultos fue unánime. La Asociación de Fútbol (FA), la entidad que rige el deporte en Gran Bretaña, emitió un comunicado en el que calificó de «repugnante» la situación e instó a la policía a aplicar «los castigos más rigurosos posibles».

El primer ministro inglés, Boris Johnson, también alzó su voz para condenar lo sucedido: “Este equipo de Inglaterra merece ser aclamado como héroes, no ser objeto de ataques racistas en las redes sociales. Los responsables de este atroz abuso deberían estar avergonzados».

EL TÉCNICO GARETH SOUTHGATE CONSUELA A BUKAYO SAKA.

La investigación está en marcha. Pero desnuda la derrota que la integración racial sufre en el Reino Unido.

Es común ver en los partidos de la Liga Premier a los futbolistas rodilla en tierra adhiriendo al movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas de los negros cuentan”), nacido en Estados Unidos en 2013 con el uso del hashtag #BlackLivesMatter en las redes sociales tras la absolución de un hombre blanco llamado George Zimmerman por la muerte del adolescente afroamericano Trayvon Martin, a quien le disparó con un arma de fuego.

Figuras del deporte como el también británico Lewis Hamilton, siete veces campeón mundial de Fórmula 1, es un ferviente impulsor del movimiento.

Incluso se destaca la integración puesta de manifiesto por el técnico del seleccionado inglés, Gareth Southgate, a la hora de conformar el plantel. En la lista 26 convocados, además de Rashford, Sancho y Saka, aparecen otros jugadores con raíces africanas como Kyle Walker, Tyrone Mings, Reece James, Jude Bellingham, Raheem Sterling y Dominic Calvert-Lewin.

Pero bastó con que tres jugadores de color fallaran para que la bomba explote.

ANTECEDENTES

La selección inglesa tiene una historia de segregacionismo que no puede ser disimulada. El primer capítulo se dio en 1925, cuando Jack Leslie recibió la citación para formar parte del equipo nacional debido a sus notables actuaciones en el Plymouth Argyle, un equipo de la Tercera División.

JACK LESLIE NO PUDO JUGAR EN LA SELECCIÓN. TERMINÓ LIMPIANDO BOTINES.

Goleador temible, nacido en Londres en 1900 e hijo de padre jamaiquino y madre británica, Leslie fue llamado debido a las noticias de sus notables desempeños en ese modesto club. Los seleccionadores no lo habían visto en acción, pero deseaban observarlo en un partido contra Irlanda en Belfast. La expectativa era enorme, pero el atacante no tuvo la oportunidad de exhibir sus cualidades, pues terminó jugando Billy Walker, del Aston Villa. ¿Qué pasó? Muy simple: en un entrenamiento se descubrió que era negro. Y para los entrenadores tener un hombre de color en la selección equivalía a tener a un extranjero.

Leslie dejó el fútbol por una lesión absurda: el tiento de las antiguas pelotas, es decir los cordones que la mantenían unida, le lastimó un ojo. Se jubiló como calderero y más tarde consiguió trabajó limpiando botines en el West Ham.

El antiguo goleador que se retiró en 1934 con 137 tantos en 401 partidos con la camiseta del Plymouth Argyle puso en condiciones el calzado de tres campeones del mundo en 1966 como el capitán Robert Bobby Moore (el mismo que participó en la película Escape a la victoria con Silvester Stallone, Pelé y Osvaldo Ardiles, entre otros), Geoff Hurst (el único hombre que marcó tres goles en una final mundialista) y Martin Peters y hasta de Clyde Best, uno de los pocos afrodescendientes que actuaron en la Primera División inglesa en la década del ´70.

Ese puesto en el West Ham se lo consiguió el entrenador Ron Greenwood, quien tuvo un rol protagónico en la historia del fútbol inglés, más allá de que no alcanzó demasiados éxitos en sus días de técnico del seleccionado.

VIV ANDERSON, EL PRIMER HOMBRE DE COLOR QUE JUGÓ PARA INGLATERRA.

En 1978 decidió concederle la custodia del lateral derecho de la defensa a Viv Anderson, un jugador del Nottingham Forest que era de raza negra. Su presentación causó un enorme revuelo. Si bien el propio Greenwood había hecho debutar poco antes al delantero Laurie Cunningham en 1977 en la Sub 21, el hecho de que se incluyera a Anderson en un partido oficial del seleccionado nacional desató polémicas y sorpresa.

Anderson compartió la formación con figuras como el arquero Peter Shilton (el que sufrió La Mano de Dios y el maravilloso gol de Diego Maradona en México ´86) y el fantástico delantero Kevin Keegan. Y por si fuera poco de una jugada gestada por él nació el gol de Steve Coppell que hizo posible el 1-0 sobre Checoslovaquia en Wembley.

LOS ARGENTINOS SUFRIMOS CON JOHN BARNES EN 1986.

El lateral del Nottingham Forest logró lo que antes se le había negado a muchos otros negros que la habían pasado muy mal en la Liga inglesa como el propio Cunningham (fue traspasado por una cifra récord al Real Madrid en 1979 y falleció en 1989 a los 33 años en un accidente automovilístico), Stan Horne, John Charles, Mike Trevilcok, Brendon Batson, Cyrille Regis, Luther Blisset y Howard Gayle, entre otros.

Es cierto que Anderson inició un camino distinto. Los argentinos recordamos muy bien al veloz y habilidoso John Barnes que complicó a toda la defensa albiceleste en el ´86. Muchos otros hombres de color pasaron por la selección inglesa desde entonces. Pero Rashford, Sancho y Saka fallaron desde los doce pasos y se transformaron en blancos de un racismo que no cede.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí