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La Copa del absurdo

La Copa América no se jugará en la Argentina. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció que Brasil albergará la máxima competición de selecciones de esta parte del mundo. No existe pandemia capaz de detener el negocio del fútbol. Por más absurdo que parezca, la pelota sigue rodando.

A última hora del domingo, la Conmebol dejó en claro que nuestro país no iba a ser escenario del certamen, sepultando el plan propuesto por el Gobierno nacional. En realidad, desde la Casa Rosada no tuvieron más remedio que dar marcha atrás y admitir ante esa entidad que la situación epidemiológica hacía imposible organizar el torneo. Pero más allá de los contagios y las muertes provocadas por el Covid-19, tampoco habría sido lógica su realización en una tierra con actividades económicas paralizadas por la pandemia y con escuelas cerradas.

EL DOMINGO LA CONMEBOL COMUNICÓ QUE ARGENTINA NO IBA A SER LA SEDE.

El presidente Alberto Fernández levantó la bandera de la sede argentina. La Conmebol le había conferido a nuestro país y a Colombia la organización hacía varios años. Claro, el coronavirus irrumpió en escena y cambió la vida para siempre. ¿Por qué no habría de cambiar también el fútbol? Desde Asunción, la ciudad paraguaya donde está la Conmebol, se mantuvo el torneo a capa y espada. El negocio impulsado por la montaña de dólares que aporta la televisión es demasiado bueno como para clausurarlo. Ni la enorme cantidad de vidas perdidas por la acción del virus chino consigue hacerlo.

Colombia desistió ante la crisis política que viene sacudiéndola en las últimas semanas. Fernández sacó pecho y gritó a los cuatro vientos que la Argentina podía asumir la responsabilidad que abandonaban los cafeteros. Al Jefe del Estado parecía no importarle la crisis sanitaria, económica y política que acompañan a la pandemia.

Comercios e industrias en agonía, polémicas por el uso partidario de la educación, restricciones a la circulación, una campaña de vacunación demasiado lenta y muy pocos testeos que permitan definir la real magnitud del azote del virus se antojaban argumentos más que válidos para considerar que la Argentina no debía organizar la Copa América. Pero el Presidente se mantenía firme, aun en medio de claras disidencias dentro del propio Gobierno. Hasta se habían ventilado exenciones impositivas que hacían todavía más sabrosa la oferta nacional a la Conmebol…

Recién el domingo se dio el tardío paso atrás que debió haberse practicado mucho antes. La Conmebol, rápida de reflejos, indicó que estudiaba otras alternativas. Chile y Estados Unidos se presentaban como posibles opciones. Sin embargo, hoy le concedió la misión de salvar la competición a Brasil.

EL LUNES SE ANUNCIÓ QUE BRASIL ALBERGARÁ EL TORNEO.

¿El país presidido por Jair Bolsonaro está en condiciones de contraer ese compromiso? En las últimas dos semanas registró 422,50 casos cada cien mil habitantes. En la Argentina, castigada por la segunda ola, la cifra ronda los mil (993,18); en Chile está prácticamente al mismo nivel que en Brasil (476,05) y en Estados Unidos es de apenas 96,76. Hasta teniendo en cuenta que la NBA (la constelación de estrellas que brillan en las canchas de básquetbol) se está jugando con público en las tribunas, se avizoraba más adecuado mudar el certamen a tierra norteamericana. Es cierto que en ese caso el país anfitrión no iba a aparecer entre los participantes, pero en términos de salud y seguramente también económicos habría sido una mejor salida.

Pero la Conmebol no retrocede jamás. Consiguió 50 mil dosis de Sinovac para inocular a los planteles. Si bien se trata de la vacuna más utilizada en América latina, su uso no está aprobado en la Argentina, lo que constituía una contradicción en caso de que nuestro país fuera la sede. El tiempo fue pasando y con él se demoraba la aplicación. Teniendo en cuenta que el puntapié inicial está previsto para el 13 de junio, una campaña de vacunación urgente y a las apuradas no aseguraría protección alguna para los participantes.

La expresión el show debe continuar prevale con inusitado descaro. Será por aquello de que en todos lados rige la política del pan y circo… Lo que está claro es que la Conmebol le dará vida a la Copa América más absurda que pueda concebirse.

LA COPA QUE NO FUE.