Con la irrupción del libertario Javier Milei en la escena política nacional se empezó a conocer un poco más la llamada escuela austríaca de economía. Gerardo Martínez, el secretario general de la UOCRA, se reunió en un par de oportunidades con Milei para hablar sobre el tema ya que en el gremio de la construcción se aplica ese método para calcular las indemnizaciones y expresó que, a pesar de las criticas, insistirá con llevar adelante su plan denominado «mochila».
Al cruce le salió el jefe del gremio de trabajadores municipales de Vicente López. En conferencia de prensa, Victorio Pirillo sostuvo que “realmente no puedo entender y por tanto cuestiono a Gerardo Martínez por su pretensión de querer imponer para todos su modelo de proyecto denominado “indemnización mochila” que en la actualidad aplica la Uocra. Es una réplica del modelo que fracasó en Austria, país donde se creó este aberrante sistema. La misma observación se la hago al empresario Teddy Karagozian quien promueve un seguro de Garantía de Indemnización, otro proyecto indemnizatorio que en realidad encubre solo despidos».
Pirillo también destacó que «les recuerdo a todos que en el Senado se encuentra hace más de un año un proyecto que propone la eliminación de las indemnizaciones que esconde, a su vez, un gran negocio de seguros, denominado también ´Mochila Indemnizatoria´. La diferencia principal con el sistema actual es que la indemnización se cobrará mes a mes (no toda junta) hasta agotar los meses de antigüedad, pero desde un “seguro” que pagarán las empresas sobre su nómina salarial. Otros ´amigos empresarios´ van más allá y plantean que sea al propio trabajador a quien se le descuente de su salario el aporte del seguro para que sea quien se autoindemnice».
AUTOINDEMNIZACIÓN
La propuesta busca financiarse con «el aporte equivalente a un 12% de la remuneración mensual que se le descontará al trabajador, y acumularlo, según ellos en un misterioso fondo”; es decir, «se pretende que en caso de despido, el empresario no tenga que abonar la indemnización y propone algo inmoral y monstruoso: que el trabajador, a través de ese fondo sea él mismo el que se pague su indemnización. Nadie explica tampoco en el caso de no ser despedido y llegar a la edad jubilatoria qué pasa con ese dinero retenido, y mucho menos se habla de su inconstitucionalidad frente el art. 14 bis que específicamente establece la protección contra el despido arbitrario; tampoco se hace mención que tal proyecto se encuentra fuera de las facultades que otorga el Ius Variandi al empleador por afectar -de implementarse esta medida- el patrimonio o dinero de aquel que trabaja».
Para el gremialista municipal «tampoco contaría la salud que perdió el trabajador en el ejercicio de su labor o en vender su fuerza de trabajo; afecciones físicas y psicológicas; el tiempo empleado, ya que de siete días descansa uno o máximo dos; que de 12 meses de trabajo le corresponden pocos días de vacaciones; por ende, las personas gastan la mayor parte de su vida no para disfrutarla sino para otros. Ningún proyecto ha tenido tampoco la dignidad de plantear siquiera que el patrón o empleador también realice un aporte equivalente al 12% para que el mismo sea sumado a ese fondo y el trabajador disponga libremente y actualizado ese dinero en caso de despido».
«Por vía indirecta -agregó Pirillo- también se estaría eliminando el sueldo número 13 que es el aguinaldo. Como ya dije y propuse anteriormente, el aguinaldo debería ser computado en la jubilación porque es un sueldo por año que sufre descuentos previsionales; al sumarlo en 12 años arroja como resultado un año más de aporte, en 24 años serían dos, y así sucesivamente. Hoy no se computan en la jubilación, sabiendo que el trabajador los pagó: a la hora de jubilarse, no gozará de esa entrada pese a haber hecho los aportes de ley».
MÉTODOS DISUASIVOS
Mas allá de lo expuesto está demostrado que «en el régimen laboral vigente la indemnización opera como un método disuasivo y protector sobre las arbitrariedades del empleador y poner límite a los mismos. Este principio quiere ser completamente arrasado”.
«Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, su presidente, expresó su intención sin más de eliminar de cuajo las indemnizaciones por despido que rigen actualmente y no contento con tal arbitrariedad fue más allá al exponer que ´el trabajador se pague sus vacaciones laborales´. De más está decir que ninguna de estas propuestas generan empleo legal y de calidad, son anacrónicas y tienden al retroceso de los derechos del trabajador a quienes quieren convertir lentamente en cuasi esclavos. Como secretario General alineado en la CGT afirmo que Gerardo Martínez no es el delegado de Dios en la Tierra, no puede arrogarse facultades que no tiene, y mucho menos hablar en nombre de todos y pasar por alto la lucha de la clase trabajadora comenzando por la FORA, la USA y la CGT que lograron derechos a costa de miles y miles de mártires que dieron su vida para que otros disfruten hoy de los mismos».
«Para hacer viable una propuesta en el contexto actual de la Argentina, sugiero crear un seguro mixto (patronal-Estado) por juicios de despido y beneficiar al empresario pyme (no a las multinacionales) con una reducción en sus cargas impositivas actuales», finalizó Pirillo.