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Carrió hundió a Rafecas

“Más vale malo conocido que bueno por conocer”, dice el refrán. Palabras más, palabras menos, ese fue el pensamiento de Elisa Carrió quien interrumpió sus vacaciones para respaldar la postulación del ex juez federal Daniel Rafecas al cargo de procurador general de la Nación, tal como inicialmente quería el kirchnerismo. Pero Carrió provocó el efecto contrario y hundió a Rafecas, a quien hasta no hace mucho tiempo denostaba con entusiasmo. Incluso, hace sólo un par de horas, el oficialismo le puso el freno de mano a esa postulación.

¿Por qué decimos esto? Por los movimientos del kirchnerismo en el Senado, donde el bloque que maneja Cristina Kirchner -a instancias mismas de la vicepresidenta- busca modificar la ley de Ministerio Público para introducir cambios en la designación del procurador y poner una persona de su agrado y no del gusto del presidente Alberto Fernández.

El senador Oscar Parrilli preside la comisión de Justicia del Senado.

Una de esas modificaciones es pasar al voto simple y dejar el que requiere la mayoría de los dos tercios. El propio Rafecas dijo públicamente que si el kirchnerismo avanzaba con ese cambio él no iba a aceptar el cargo. Otra modificación es la duración del mandato: hoy es vitalicio y se planea llevarlo a sólo cuatro años con una sola reelección.

Estos cambios que impulsa el kirchnerismo están cimentados sobre un proyecto de ley que presentó la oposición y que quiso retirar sin éxito porque el jueves pasado la mayoría K se opuso.

UN CANDIDATO AFIN

Es la primera vez en la historia del Senado nacional que una iniciativa -en este caso de Martín Lousteau y de la neuquina Lucila Crexell- no puede ser retirada del orden del día porque, según el reglamento de la Cámara, una vez entrada ya pertenece al cuerpo.

La jugada le vino como anillo al dedo al oficialismo que propuso a Rafecas para el cargo pero que ahora desconfía de la jugada de Carrió. Así, el senador Oscar Parrilli, titular de la comisión de Justicia, avanzó hoy en convocar a distintos especialistas para que brinden su visión. “Primero analicemos la ley de Ministerio Público y después nos abocamos al jefe de los fiscales”, se escuchó en la comisión.

Carrió invitó a su chacra de Exaltación de la Cruz a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta.

Para aprobar el pliego de Rafecas, los K necesitan una mayoría de dos tercios que hoy no tienen. Por eso, insisten en los cambios a la ley de Ministerio Público, y así avanzar con la mayoría simple para votar al jefe de los fiscales. Buscan ungir en ese lugar a alguien del gusto de Cristina porque -decididamente- Rafecas no lo es. Se barajan los nombres de Graciana Peñafort -¡sí, su abogada como jefe de los fiscales!-, y también del amigo del Papa, el diputado Eduardo Valdés.

Con su declaración en favor de Rafecas, Carrió no sólo hundió al ex juez sino que provocó un cisma en Juntos por el Cambio, que desde un primer momento ratificó su rechazo absoluto a esa postulación. También Lilita se despachó con el “Macri ya fue”: así fue como dejó sentado su alineamiento con el ala dialoguista del PRO que encarnan Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, con una foto con ellos en su chacra bonaerense para que la vea el ala dura del macrismo, es decir, Patricia Bullrich y Miguel Angel Pichetto. El miércoles la oposición decidirá qué hacer con el tema Rafecas. Pero Lilita ya lo sentenció.