Las redes sociales se transformaron en el medio que propaga la voz de la gente. No significa que sean el templo de la verdad, sino que constituyen el espacio que muchos encuentran para pronunciarse. Y en las últimas horas atronó el #AndateTinelli en Twitter como una tendencia que expone el descontento de los hinchas de San Lorenzo con el presidente del club.
En el volátil universo de esa red no siempre las tendencias reflejan el humor social, pero sí expresan lo que, en este caso, algunos simpatizantes del Ciclón no se atreverían a cantar en la tribuna -al menos cuando se puede ir a la cancha- porque, se sabe, en la popular se canta lo que imponen las barras bravas, no la gente común y corriente.
Las críticas no son recientes, pues en la intimidad del mundo azulgrana la gestión de la actual comisión directiva despierta más rechazos que adhesiones. Sin embargo, hoy estallaron con inusitada intensidad porque el técnico Diego Dabove amagó con no incluir a los paraguayos Angel y Oscar Romero -las principales figuras del equipo- en el debut en la Copa de la Liga Profesional. Esta situación se sumó a la venta del juvenil Matías Palacios al Basel, de Suiza, a cambio de 6.300.000 dólares por el 50% del pase. Los socios e hinchas consideran que el mediocampista de 18 años es una promesa que la dirigencia está “regalando”, ya que estiman que en el futuro podría ser transferido por un monto mucho mayor.
ESTALLÓ LA BOMBA
Estas dos cuestiones asomaron como la excusa perfecta para detonar una bomba que hasta ahora se venía preparando pero que permanecía a buen resguardo. A Tinelli se le reprocha la pésima administración del club que llevó a San Lorenzo a liderar con holgura el ranking de instituciones con más cheques rechazados en el fútbol argentino y que lo tiene preso de una deuda eterna con el plantel por haber aceptado firmar contratos con valores europeos en un país en el que los dólares son un bien escaso.
En los últimos días la institución llegó a un acuerdo para hacerse cargo de acreencias de al menos diez jugadores que ya no pertenecen al club por unos 200 millones de pesos. Parece la solución a un problema urgente, pero San Lorenzo entregó sus derechos televisivos por un año y comprometió los montos de futuras ventas para hacerse de los fondos para saldar esas deudas. Aquí surge otro punto que se le marca en contra a la administración Tinelli: dejó al Ciclón sin ingresos inmediatos.
También le cuestionan la dudosa calidad de los refuerzos que han llegado en los últimos mercados de pases y que están lejos de la jerarquía que los simpatizantes esperan ver con la camiseta azulgrana. Las caras nuevas para esta temporada son los delanteros Franco Troyanski y Santiago Melano, el defensor Diego Braghieri y el mediocampista Jalil Elías. Está a punto de sumarse el colombiano Yeison Gordillo. Ningún nombre rutilante, por cierto.
Los socios sienten, además, que el presidente diversifica demasiado su atención en otras actividades que limitan su aporte a la institución. Su cargo al frente de la Liga Profesional, su trabajo en la televisión y el lugar que ocupa en la todavía no del todo clara Mesa del Hambre instrumentada por el Gobierno nacional son, a juicio de los que religiosamente pagan su cuota mensual, distracciones que afectan su capacidad para comandar un club en problemas.
Alguna vez Tinelli y Matías Lammens, antes cabeza de la comisión directiva y hoy vicepresidente segundo, tocaron el cielo con las manos cuando lograron que San Lorenzo recuperara las tierras de avenida La Plata en las que estaba enclavado el histórico Gasómetro. El tiempo pasa y las cosas cambian. Por eso en las redes sociales gritan a los cuatro vientos #AndateTinelli.
