Inicio Deportes Podoroska reescribe la historia en Roland Garros

Podoroska reescribe la historia en Roland Garros

Argentina's Nadia Podoroska celebrates after winning against Ukraine's Elina Svitolina during their women's singles quarter-final tennis match on Day 10 of The Roland Garros 2020 French Open tennis tournament in Paris on October 6, 2020. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP)

La raqueta vuela alto, muy alto. Parece querer tocar el cielo. Quizás lo esté haciendo. En realidad Nadia Podoroska, la tenista que acaba de lanzar su raqueta, está tocando el cielo con las manos. Acaba de acceder a las semifinales de Roland Garros. Llegó desde la clasificación y ubicada en el 130º puesto del ranking. Y hoy, bueno, la semana próxima, estará entre las 70 mejores e incluso entre las 50 si alcanza la final. Pero eso es adelantarse innecesariamente. El momento es éste, en el cual la rosarina de 23 años está haciendo historia en el célebre polvo de ladrillo francés.

Podoroska venció en los cuartos de final a la ucraniana Elina Svitolina, sexta en el escalafón de la WTA, por 6-2 y 6-4 y se instaló en las semifinales. Hacía mucho tiempo, demasiado, que una argentina no alcanzaba esa instancia en torneos de Grand Slam. Desde 2004, en los días en los que Paola Suárez era la mejor jugadora del país. Para tener una idea: en 2004 Nadia tenía apenas siete años. Así de inmenso fue el vacío que llegó para ocupar la tenista surgida en el Club Atlético Fisherton de su ciudad natal.

La rosarina está haciendo historia. Esta expresión suele utilizarse con frecuencia. Tal vez con demasiada frecuencia. En este caso no es una exageración. Llegó al Abierto de Francia desde la clasificación y está en semifinales. Nunca había pasado algo así. Antes de Roland Garros, Podoroska jamás había jugado más de un partido en un Grand Slam y en el polvo de ladrillo galo lleva cuatro victorias consecutivas. Su victoria más importante había sido contra una rival ubicada 27ª en el ranking. Hoy le ganó a la sexta del mundo. Sí, está haciendo historia.

¿Cómo hizo para consumar este triunfo? Jugando un gran tenis. Desacomodando a Svitolina con derechas profundas y reveses paralelos muy bien ejecutados. Y como frutilla del postre, definiendo con drops shots, uno tras otro. Es cierto que a veces ese recurso se vuelve repetitivo y carente de sorpresa, pero su utilización también habla de la confianza que se tiene Podoroska.

Lo demostró en el momento más caliente, cuando se jugaba el triunfo con el saque de la ucraniana. En el punto decisivo, que se hizo largo porque dejó pasar un par de match points, probó con varios drops. Parecía decidida a que se ganaba así o no se ganaba. Pero entendió que si no se puede con lujos, es preciso atacar y atacar, acorralando a su rival, forzándola a tener que jugar mejor que ella.

A esa receta había apelado en el primer set, cuando le quebró cuatro veces el servicio. En el segundo parcial todo fue más parejo. El repertorio de derechas profundas, reveses paralelos y drops de la argentina seguían siendo letales. Y después de ese largo último punto en el que intentó dejarla corta varias veces sin buenos resultados, se la jugó con pelotas largas y presionando a una ucraniana muy incómoda en la cancha hasta que la victoria se hizo realidad.

Y entonces voló la raqueta y el grito de “¡vamos”! que acompañó a la celebración con un puño apretado y los brazos que de pronto también apuntaron al cielo. “No tengo idea de quién es”, había dicho Svitolina cuando se enteró de que debía medirse con la argentina. Es Nadia Podoroska, la rosarina que está reescribiendo la historia.