La nueva normalidad también afectará a la Fiesta Nacional de la Flor, la exposición de la floricultura más grande la Argentina que año a año se realiza en Escobar. Este tradicional encuentro vivirá desde el próximo viernes su 57ª edición, que en esta oportunidad se realizará en forma virtual debido a la pandemia del coronavirus.
Esta vez no tendrá como escenario a la Ciudad Floral, un inmenso predio de 170 mil metros cuadrados de parques y jardines y un lago artificial que ocupa casi la cuarta parte de ese colorido ambiente. La Fiesta podrá seguirse por la web y las cuentas en Instagram y en Facebook.
La Ruta de las Flores y las Plantas de Argentina podrán ser recorridas desde la página oficial de la Fiesta a través de un mapa interactivo en el que aparecerán los viveros y productores de flores de toda la Argentina. También se podrá visitar la tienda digital con diferentes plantas de interior, exterior, aromáticas, exóticas, cactus, suculentas e insumos de jardinería.
La oferta incluirá, además, un museo virtual que repasa la historia de la Fiesta y que permitirá a cada usuario compartir imágenes de las ediciones anteriores. Y en otra prueba del valor de las redes en este tiempo, también se podrá asistir a talleres virtuales sobre cultivo de plantas y, por supuesto, también habrá espectáculos musicales.
Si bien se podría establecer que la floricultura tuvo su punto de partida en Belén de Escobar al final de la década del ´20 tras la llegada a la zona de un nutrido número de inmigrantes japoneses, el período de auge se inició después de la Segunda Guerra Mundial, cuando otra oleada de arribos desde el Imperio del Sol Naciente encontró eco en otras colectividades que adoptaron esta actividad y el dieron un carácter muy particular, nacido de las raíces de las distintas culturas que abrazaron esta práctica.
El creciente desarrollo propició la idea de celebrar a la Fiesta Nacional de la Flor, que en 1964 encontró su sede en Belén de Escobar, como no podía ser de otra manera y a instancias del Rotary Club local. Un decreto del Poder Ejecutivo Nacional definió que esa ciudad del nordeste bonaerense debía albergar esta celebración de la floricultura.
Así, entre la última quincena de septiembre y la primera de octubre, la Fiesta se fue transformando en un clásico que, por culpa del Covid-19, en 2020 tendrá una versión virtual, pero con la belleza y el colorido de siempre.
