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El vacunatorio VIP dejó a Vizzotti en el ojo de la tormenta

La vacuna contra el coronavirus es un bien escaso y de una demanda creciente. Constituye el único medio para combatir a un mal que provocó la mayor catástrofe sanitaria global en un siglo. Por esa razón, la noticia de que el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Salud, instaló un vacunatorio VIP para inocular a empresarios, funcionarios, familiares de políticos y militantes del kirchnerismo se transformó en un escándalo mayúsculo que desde la Casa Rosada todavía no se llegó a dimensionar o, en el peor de los casos, se decidió ignorar.

Según una encuesta de la consultora Giaccobe & Asociados, el tema alcanzó una trascendencia tal que el efecto apunta directamente contra la figura del presidente Alberto Fernández y de Carla Vizzotti, la flamante titular del Ministerio de Salud en reemplazo de Ginés González García, el responsable del vacunatorio VIP caído en desgracia.

A través de llamados telefónicos efectuados del 26 al 28 de febrero a 2.500 personas, Giaccobe & Asociados detectó que Vizzotti, una especialista en vacunas de reconocido prestigio, quedó en el ojo de la tormenta.

Apelando al método de pedirles a los entrevistados que definan a la funcionaria con una sola palabra para formar una nube en la que los términos más repetidos se observan más nítidamente, los consultados calificaron mayoritariamente a Vizzotti de “cómplice”, “culpable”, “corrupta” y “mentirosa”.

Vizzotti, que hasta no hace mucho para el gran público era simplemente la persona que todas las mañanas brindaba el parte diario de muertes y contagios y daba la voz oficial sobre el manejo de la pandemia, alcanzó un grado de exposición muy alto tanto por su viaje a Rusia para acelerar la llegada de la vacuna Sputnik V como por haber sido promovida a ministra tras la defenestración de Ginés.

Claro que la ex secretaria de Acceso a la Salud también recogió adjetivos que ponderan su actuación, tales como “profesional”, “capaz” y “profesional” que contrastan con otros como “inútil”, “incompetente” o “inoperante” que se pronunciaron en idéntica proporción. Incluso, hubo quienes la denominaron “payasa”, en una libre asociación con el particular anuncio de las cifras del Covid-19 que incluyó la presencia de la payasa Filomena para adherir al Día de la Niñez y las Infancias.

PEDIDOS DE RENUNCIA

Vizzotti también quedó señalada como una de las personas que deberían dejar su cargo como consecuencia del controvertido caso. El 63,1% de los consultados considera que la ministra tendría que presentar su renuncia y aparece en el segundo puesto entre los alejamientos más exigidos por la sociedad.

El 75,7% de los participantes en la encuesta pidieron que dejen sus puestos todos los funcionarios y legisladores vacunados irregularmente.  El escándalo también atrapó al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ya que el 58,6% reclama su dimisión.  Como en el procedimiento tuvo participación el hospital Posadas, el 57% quiere que renuncie el director de ese establecimiento sanitario, Alberto Maceiro. El menos afectado parece ser el Presidente, pues sólo el 36,4% se pronunció sobre su salida de la Casa Rosada. Esta opinión tal vez tenga que ver con que la remoción del Jefe del Estado va de la mano de una crisis política de una magnitud inusitada.

LA IDEOLOGÍA TAMBIÉN JUEGA

La apropiación de las vacuna para uso político es un asunto serio, pero esta visión parece tener una relación directa con la ideología de los consultados.

El 65,5% lo define como “una vergüenza” o “un escándalo”, mientras que el 17% lo considera “un error del Gobierno”  y cerca del 12% lo ve como “una payasada”  planteada por los medios de comunicación.

Esta concepción obligó a la encuestadora a hacer un análisis más profundo de las respuestas. Así llegó a establecer que las opiniones están muy impregnadas por la mayor o menor afinidad con el Gobierno.  Los gráficos exponen que cuanto más cerca se esté del kirchnerismo, las definiciones son menos lapidarias para con la gestión de Alberto Fernández y, por lo tanto, más producto de invenciones mediáticas que una cuestión de la realidad.

CUESTIÓN DE IMAGEN

Giaccobe & Asociados también se encargó de medir la imagen de las principales personalidades del espectro político y, en la ocasión, además incluyó a Vizzotti en la encuesta.

Cristina Fernández de Kirchner se mantiene como la figura con mayor imagen negativa (64,3%). Con valores cercanos al 60% aparecen Alberto Fernández y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, mientras que el ex presidente Mauricio Macri cosecha el rechazo de uno cada dos consultados a pesar de que no ocupa puestos de poder y de que su futuro por ahora es indefinido. Sin dudas, el recuerdo de su gestión sigue pesando.

Como consecuencia del vacunatorio VIP, la actual ministra de Salud aparece con un imagen negativa del 47,2%. La lectura es sencilla: pocos aceptan que la funcionaria pueda haber estado al margen de la maniobra y más aún si se considera que entre los inoculados se encuentran nada más y nada menos que sus padres.

Como contrapartida, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, continúa encabezando el ranking de dirigentes con mayor aceptación (37% de imagen positiva).

Finalmente, la consultora indagó sobre la percepción de en qué jurisdicción se instrumentó mejor la campaña de vacunación. Los guarismos son llamativos, ya que a pesar de que se considera que alrededor del 19% consideró que el Presidente y el gobernador bonaerense manejaron muy bien el proceso, más del 40% cree todo lo contrario.

En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, menos del 15% destaca que Rodríguez Larreta condujo muy bien el tema y cerca del 16 sostiene que lo hizo muy mal.