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El Presidente paga el costo político de la cuarentena

El coronavirus no sólo se cobra vidas y genera asombro con la cantidad de casos registrados en la Argentina, sino que también tiene un costo político que está siendo muy alto para el presidente Alberto Fernández. Según una encuesta de Giacobbe & Asociados, el Jefe del Estado está pagando un precio elevado por el manejo de la pandemia.  Su imagen negativa se mantiene en un nivel muy pronunciado y tampoco recibe demasiadas adhesiones su gestión para hacer frente al covid-19.

De acuerdo con el trabajo efectuado del 27 al 29 del mes pasado sobre una base de 2.500 entrevistados a través de llamados a teléfonos celulares, el Presidente acumula una imagen negativa de 53,2%, lo cual no representa un cambio sustancial respecto de mediciones anteriores, pero confirma que su liderazgo está lejos de satisfacer las demandas de una porción de la ciudadanía. El pico de rechazos a su figura se dio en septiembre con un 55%, pero todavía los valores indican que le cuesta recuperar el crédito que tenía abierto en marzo, cuando se anunció el aislamiento social, preventivo y obligatorio y poco más del 10% de los consultados le bajaba el pulgar.

Del mismo modo que su imagen negativa se mantiene en valores altos, la positiva se encuentra en su nivel más bajo. En marzo el 67,5% de los argentinos destacaba el perfil del mandatario, pero en los últimos días de octubre sólo el 33,5 lo hace.

La extensa cuarentena, una de las más prolongadas del mundo, los resultados de una gestión que suma muertos y contagios en una proporción que está lejos de permitir suponer que se está cerca de controlar la situación -algo de lo que el Gobierno se jactó durante varios meses- y la caída de la economía llevan a que la actuación del Presidente durante la pandemia sea considerada mala por el 40,1% de los encuestados por Giacobbe & Asociados. Si bien entre los que la califican de muy buena (20,6) o buena (13) arrojarían una aprobación cercana al 34%, es un hecho que a la hora del balance los números no están a favor de Alberto.

Sin embargo, Fernández no es el político con peor imagen del país ni el que más críticas despierta por su trabajo para combatir al coronavirus. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner es la figura que más opiniones negativas genera, con el 62% de los consultados. Tan sólo un 29% le levanta el pulgar a CFK definiendo su imagen como positiva. El titular del Ejecutivo Nacional también goza de una mejor reputación que Axel Kicillof, quien acumula 59,4% de imagen negativa y un escueto 24,3% de positiva.

Precisamente el gobernador bonaerense es apuntado como el dirigente de más bajo desempeño frente al coronavirus. Exactamente el 43% de los argentinos ven con malos ojos su labor. El 14,2 la juzga muy buena y el 12,9, de buena. Al igual que con los guarismos del Presidente, no existe un margen muy amplio entre rechazos y adhesiones, pero es un hecho que los números tampoco le cierran al otrora ministro de Economía de Cristina.

En cambio, el panorama se presenta totalmente diferente para Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires goza de la mejor imagen entre los políticos del país, con un 37%, mientras que recibe calificaciones negativas entre el 26,1% de la población contemplada en el trabajo de la encuestadora. Ese guarismo lo ubica, además, con el menor índice de desaprobación personal. Pero eso no es todo: su actuación para lidiar con el coronavirus tiene un reducido 9,2% de miradas negativas y, por el contrario, el 17,4% la ve como muy buena y el 29,5 como buena. Sin dudas, se trata del gran ganador en el ítem manejo de la crisis, de la mano de aperturas programadas y permanentes que fueron instalando la idea de que el plan de evitar generar el temor y no entregarse mansamente a la imposición de la cuarentena tenía mejor recepción entre la gente.

Pero no todas son rosas para Juntos por el Cambio, ya que a contramano de lo que despierta Rodríguez Larreta, el líder del espacio, Mauricio Macri, corre inmediatamente detrás de Cristina Fernández de Kirchner, Kicillof y Alberto Fernández en el ranking de imagen negativa. El 50,7% rechaza su figura y sólo el 20,7 la tilda de positiva.

LA POSICION ANTE LA PANDEMIA Y LA CUARENTENA

Curiosamente, así como la estrategia en favor del celo por el cuidado a través del aislamiento y el consecuente impacto sobre la economía no cuenta con demasiados adeptos, el temor al covid-19 no cesa. Casi la mitad de los interrogados (49,6%) admite que le tiene algo de miedo al virus, mientras que el 21,7 confiesa que le causa mucho temor. En cambio, el 28,2 se siente intimidado por el virus chino.

Se siguen sumando víctimas fatales en momento de amesetamiento de la curva de contagios. En ese contexto la proporción de individuos que mostraron un profundo temor ante el coronavirus varió sustancialmente. Pasó del 35 al 21,7% de abril a octubre. Como derivación directa, la variación entre los que no temen en absoluto subió del 14,8 al 28,2 en el mismo lapso.

Quizás como un aspecto íntimamente relacionado con la actitud frente al virus y a los resultados poco satisfactorios que arroja la gestión gubernamental, la aprobación de la cuarentena como principal estrategia se desbarrancó. Del contundente 85% en marzo cayó al 31,6 siete meses más tarde. Y, por el contrario, los que nunca la apoyaron creció del 5,5 al 57,6%.

Producto de estas interpretaciones y del marcado rechazo de la labor de Kicillof y Alberto Fernández en esta crisis sanitaria, el dato más contundente está dado por la actitud frente a los datos oficiales. El 55,9% de los consultados opina que el Gobierno miente respecto del número de vidas que se ha cobrado el coronavirus y un reducido 25,5 sostiene que las cifras reflejan cabalmente la situación.

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