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¿Qué piensan los argentinos de Milei?

Los primeros días de la gestión de Javier Milei al frente del Poder Ejecutivo Nacional están siendo turbulentos. Los ideas y vueltas con el tratamiento de la Ley Ómnibus es una prueba de ello. Pero, más allá de las polémicas en términos políticos y sus consecuencias económicas, ¿qué piensan los argentinos del Presidente? ¿Qué futuro avizoran? Las preguntas surgen y sus respuestas dan señales del humor social de un país que intenta acomodarse a un nuevo escenario.

La consultora Giacobbe & Asociados dio a conocer en los últimos días un informe que refleja la opinión de los argentinos sobre el gobierno encabezado por el líder de La Libertad Avanza.

El trabajo, realizado mediante consultas telefónicas a 2.500 personas entre el 23 y el 26 de enero, brinda un cuadro de situación en el que la esperanza y el descontento van de la mano. Por un lado, revela la imagen que los ciudadanos tienen del Presidente y su labor y, por el otro, plantea un contexto a futuro en el que la confianza y la necesidad de creer en un futuro mejor se rozan con la impresión de que las promesas electoras no tienen correlato con la realidad.

Una de las estrategias de Giacobbe & Asociados para expresar la visión de los consultados sobre un determinado personaje es la nube de palabras. Consiste en volcar las definiciones de los encuestados en un gráfico en el cual las expresiones más utilizadas aparecen en un tamaño mayor. Ese método permite entender con claridad qué piensa la gente sobre un determinado dirigente.

En el caso de Milei, el público que intervino en el estudio decidió darle un voto de confianza al Presidente. “Fuerza” fue la palabra más pronunciada, en lo que constituye y un mensaje de esperanza para un nuevo tiempo político. Sin embargo, muchos recurrieron a “Mentiroso” para referirse al Jefe del Estado. Y casi con la misma intensidad eligieron “Fuerza” en otra muestra de respaldo.

“Hijo de puta”, “adelante”, “loco”, “genio”, “renuncia” y “traidor” resultaron otras definiciones que no hacen más que exponer que a los argentinos aún les cuesta hacer pie en un tiempo en el que la incertidumbre y la urgencia por encontrar soluciones más o menos rápidas para una acuciante situación económica van de la mano.

Un concepto que cobra mucha fuerza, especialmente en tiempos electorales, es de la imagen de los políticos. Lo cierto es que los dirigentes construyen esa imagen en el día a día y no solo cuando la campaña para capturar voluntades a la hora de votar está en su apogeo.

La empresa de Jorge Giacobbe les propuso a quienes participaron de la encuesta que expresaran sus puntos de vista sobre los principales actores de la política nacional. Obviamente, el que encabeza el reparto es Milei. El titular del Poder Ejecutivo tiene una imagen positiva del 54,9%, un guarismo que lo entroniza como el dirigente más respetado por la masa de ciudadanos consultados.

Apenas por debajo en la valoración personal se encuentra la vicepresidenta Victoria Villarruel, con 54,7%. Ese valor indica que todavía ambos conservan fortaleza como binomio. Tanto Milei como la titular del Senado son políticos de un perfil muy alto y por ahora esa forma de actuar parece caerle bien al público.

Por el contrario, referentes del anterior gobierno como la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el exministro y candidato a presidente por el Frente de Todos, Sergio Massa, tienen la peor imagen dentro del universo de políticos incluidos en la encuesta.

CFK obtuvo el 61,3% de consideración negativa y el líder del Frente Renovador el 60,2. Esos porcentajes, en cierta medida, exponen que en la consideración general ambos dirigentes forman parte de un momento político que los argentinos desean dejar atrás.

Si bien dejó el Poder Ejecutivo en 2019, gran parte de la población tampoco ve con buenos ojos a Mauricio Macri. El fundador del PRO acumula una imagen negativa del 47,7%, un valor alto para alguien que, si bien tiene un importante rol en la conformación del gobierno de Milei, es recordado como un presidente que no satisfizo las expectativas que generó con la promesa del cambio en 2015.

También se pronuncia en contra del binomio ganador en el balotaje un marcado sector de la población. Milei tiene una imagen negativa del 35,3% y su compañera de fórmula un 37,8. De todos modos, esa impresión todavía está lejos del 48,5 de imagen negativa que alcanzó Alberto Fernández cuando su popularidad se cayó a pedazos como resultado del largo encierro al que confinó a los argentinos durante la pandemia.

El profundo choque ideológico entre las propuestas del flamante gobierno y las políticas implementadas por la administración de Alberto Fernández provocaron un amplio rechazo de los militantes kirchneristas. La constante referencia a medidas que empobrecen al pueblo y siguen favoreciendo a la casta a la que Milei proponía combatir elevaron el tono de las críticas hacia la Casa Rosada.

En redes sociales se ha avivado el fuego de la polémica con pronósticos sobre la posibilidad de que el Presidente no concluya su mandato en 2027. Esa herramienta no constituye una novedad, pues desde sectores allegados al kirchnerismo siempre se evoca el fantasma del helicóptero, en referencia a la forma en la que Fernando de la Rúa dejó la Casa Rosada durante el estallido de 2001.

Por esa razón, Giacobbe & Asociados puso sobre la mesa el debate sobre la posibilidad de que el referente libertario no complete el período presidencial 2023-2027. La mayoría de los consultados por la encuesta se mostró convencido de que esa idea habita solamente en la imaginación de un grupo de opositores, ya que el 62,5% de los participantes en el informe dejó en claro que Milei llegará al 10 de diciembre de 2027 en el cargo.

En cambio, una porción de que representa el 32,4% de los consultados avaló la mirada que alienta una prematura caída del gobierno de la Libertad Avanza.

Uno de los factores que alimentan la construcción del discurso sobre una eventual caída de Milei es el deterioro del poder adquisitivo de los argentinos como consecuencia del llamado sinceramiento de precios de los últimes meses. La escalada inflacionaria provocó un inmediato rechazo de todos los sectores afectados por las tumultuosas remarcaciones de precios.

Un abrumador 68,5% de los encuestados admitió que se vio forzado a privarse de consumos que les eran habituales en el pasado reciente. Si el bolsillo es la víscera más sensible de los argentinos, ese índice justifica el descontento y la desesperación que se apodera de quienes día a día se acercan a las góndolas de los supermercados y ven que la vida se encarece a un ritmo vertiginoso.

Esta situación se contrapone con la proclamada lucha contra la casta política enarbolada por Milei como elemento principal de su campaña electoral. Tanto es así que un elevado 75,2% cree que el Estado no está achicando sus gastos en la misma dimensión en la que los ciudadanos de a pie se ven forzados a hacerlo.

Sea como fuere, el gobierno de Milei sigue transitando sus primeros días. El primer juicio de la sociedad es a favor de la gestión libertaria, incluso en un contexto de inflación muy alta. El humor social cambia con llamativa facilidad y empeorará o mejorará en función de cómo actúe la Casa Rosada para que el cambio que pregona no siga causando estragos en el bolsillo de los argentinos.