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El escándalo final de Ginés

El vacunatorio VIP que funcionaba en el Ministerio de Salud fue el último eslabón de una cadena de escándalos y pasos en falso que el ahora ex titular de esa cartera, Ginés González García, cometió a lo largo de la pandemia de coronavirus.

González García fue removido del cargo horas después de que se supiera que por orden suya fueron inmunizados con la vacuna rusa Sputnik V funcionarios y allegados al kirchnerismo que burlaron todos los procedimientos dispuestos por el propio Ministerio de Salud.

En el lugar del defenestrado miembro del Gabinete nacional asumirá Carla Vizzotti, quien se desempeñaba como secretaria de Acceso a la Salud.

La polémica se desató cuando el periodista K Horacio Verbitsky reveló que se había beneficiado de su relación con Ginés para acceder a la vacuna. «Decidí vacunarme. Me puse a averiguar en dónde hacerlo. Llamé a mi viejo amigo, Ginés González García, a quien conozco desde mucho antes de que fuera ministro.  Me dijo que tenía que ir al hospital Posadas. Cuando estaba por ir, recibí un mensaje del secretario de Ginés que me dijo que iba a venir un equipo de vacunadores del Posadas al Ministerio y que fuera allí a darme la vacuna», reveló el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

HORACIO VERBITSKY.

Verbitsky saltó los mecanismos que Ginés había establecido para los ciudadanos de a pie del mismo modo que lo hicieron los legisladores oficialistas Eduardo Valdés (diputado)  y Jorge Taiana (senador). Estos últimos recurrieron al argumento de que aprovecharon su cercanía con Ginés para recibir la primera dosis de la Sputnik V porque integraban la comitiva que acompañará al presidente Alberto Fernández a México. Ambos fueron bajados de inmediato de la comitiva que partirá el domingo.

La postura de Valdés y Taiana es, en realidad, una excusa que agiganta la controversia, pues en el tiempo que transcurrirá entre la inoculación y el viaje que ya no harán no se apreciará acción alguna de la vacuna. Es decir, de haber sido ésa la razón por la cual burlaron los protocolos, tendrían que haber pasado mucho antes por un centro de vacunación.  

En caso de haber apelado al pretexto de integrar un grupo de riesgo, eso sólo se daría en el caso de Taiana, quien tiene 72 años. Valdés, con 65, no pertenece al conjunto de adultos mayores de 70 que fue incluido entre los prioritarios receptores de la vacuna.

En la lista de vacunados VIP, además de varios empresarios, aparece el líder del sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, de 77 años, su esposa, Liliana Zulet, y su hijo Jerónimo, de 20 años.

LOS MIL Y UN ERRORES

Desde el comienzo de la pandemia González García tuvo expresiones que, además de generar malestar interno en el Gobierno y críticas de la oposición, dejaron en evidencia los juicios apresurados y desacertados del entonces ministro de Salud.

Uno de los principales se dio 3 de febrero de 2020, cuando dijo estar «mucho más preocupado por el dengue» que por el coronavirus, en momentos en que la epidemia avanzaba a pasos agigantados en distintos países.

Poco después, luego de detectarse los primeros casos de coronavirus en la Argentina, admitió: «Yo no creía que el coronavirus iba a llegar tan rápido, no creía que iba a llegar en verano, nos sorprendió».

EL PRESIDENTE NO DUDÓ EN DESPLAZAR AL MINISTRO DE SALUD.

El 29 de marzo cometió otro enorme error de diagnóstico al sostener que «es mucho peor la gripe» que el Covid-19, aseveración que fue refutada rápidamente por la comunidad científica.

Dos meses más tarde, mientras el país estaba paralizado por el hermético aislamiento dispuesto por el Presidente, Ginés deslizó que el virus «comenzó con la clase media y media alta que viajaba».

Cuando el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) empezaba a hartar a los argentinos que permanecían desde hacía 90 días en sus casas, el 23 de junio González García dijo que a la Argentina le iba «menos mal que al resto» y a los cuatro días aseguró: «El mundo nos elogia».

A pesar de que era evidente que no se practicaba una cantidad de testeos cercana a la que exigía la Organización Mundial de Salud (OMS) para establecer cifras confiables sobre el comportamiento del Covid-19, el entonces ministro apuntó que «de entrada administramos bien la pandemia».

Cuando los especialistas y los funcionarios corrían una y otra vez el tan temido pico de contagios, el titular del Ministerio de Salud aventuró el 7 de julio que «en dos o tres días empezará a bajar la curva». Su premonición, por supuesto, no se cumplió.

CARLA VIZZOTTI ESTARÁ A CARGO DEL MINISTERIO DE SALUD.

En un intento por limpiar su imagen y en virtud de los cuestionamientos que recibía por sus constantes juicios erróneos, Ginés hizo un mea culpa: «Creí que los casos iban a empezar a bajar».

Mientras la cantidad de casos detectados y de víctimas fatales superaban todas las previsiones oficiales, el ministro caído ahora en desgracia se atrevió a incursionar en un tema sensible como el calendario electoral.

Desde el Gobierno se intentaba fijar una fecha para las elecciones primarias, abiertas,  simultáneas y obligatorias (PASO) y González García advirtió el jueves último que sería «un riesgo muy innecesario» efectuar los comicios en agosto . Al mismo tiempo, deslizó que confiaba en tener «vacunados a todos los argentinos para agosto o septiembre».

Así, en poco menos de un año, Ginés, a quien los militantes K entronizaban por su presunto buen manejo de la pandemia, se equivocó tantas veces que sólo le faltaba un escándalo final para  que su cabeza rodara sin que él tuviera la oportunidad que tanto deseaba de colgarse la medalla de haber vencido al coronavirus.