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Descubren huellas de una nueva especie de tigre dientes de sable en Miramar

A pocos metros del muelle de Miramar, un grupo de científicos logró identificar las huellas de una nueva especie de tigre dientes de sable (smilodon), que fue nombrada como Felipeda miramarensis, que significa pie de felino miramarense. El hallazgo tiene una importancia singular, pues generalmente se encuentran restos de esqueletos o dientes, pero en este caso las marcas de las pisadas permiten establecer, entre otros temas, los métodos de caza y alimentación.

Federico Agnolin, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y del CONICET, comentó a la Agencia de divulgación científica de la Universidad Nacional de La Matanza (ACTyS-UNLaM) que tuvieron “la suerte de encontrar las huellas de varios animales, de pájaros, de cuises, de ñandú, de macrauquenia y también el primer registro a nivel mundial de huellas de smilodon, que es el reconocido tigre dientes de sable que habitó la región pampeana y gran parte de América hasta hace unos diez mil años antes del presente”.

“Este hallazgo se produjo a pocos metros del muelle de Miramar, en unos estratos que corresponden a la playa de una pequeña lagunita que había en dicho sitio hace más de 30 mil años, si bien aún no sabemos con precisión la antigüedad de esos fósiles”, indicó el autor principal del estudio publicado en la revista científica Ichnos.

El paleontólogo del MACN, la Fundación Azara y del CONICET valoró que “estas huellas nos muestran cómo caminaba el smilodon y nos permiten inferir cómo era la forma de su cuerpo; al tener las pisadas, podemos sacar un poco más de información sobre cómo era en vida”.

EL TIGRE DIENTES DE SABLE.

A partir de este descubrimiento, los investigadores pueden reconstruir hechos que ocurrieron hace miles de años; por ejemplo, de qué manera el tigre dientes de sable atacaba a sus presas. “Las huellas nos muestran que la parte anterior del cuerpo era mucho más robusta”, contó Agnolin. Y agregó: “Las manos, las patas anteriores, eran de mayor tamaño que las traseras; esto es común en los animales carnívoros que atrapan a sus presas mediante la emboscada, es decir, que el smilodon se ocultaba en algún lugar a la espera de sus presas y las sorprendía. Les saltaba encima e intentaba tumbarlas con las patas anteriores para luego alimentarse de ellas. Además, estos animales, por lo general, no son buenos corredores como el chita que corre a sus presas por un largo trecho y las alcanza a gran velocidad, sino que las esperaba agazapado”.

El smilodon pesaba unos 300 kilos y las huellas descubiertas tienen unos 19 centímetros de diámetro. Este félido, además de tener unos caninos que llegaban a sobresalir más de 25 centímetros por fuera de su boca, poseía un gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo, por lo que podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza hacia sus presas.