Mientras que los delitos han aumentado considerablemente en la zona sur de la Capital Federal, y frente a la cruda promesa del gobierno porteño de instalar paradores con containers para alojar presos, los vecinos de Barracas están en pie de guerra contra el intendente Jorge Macri, por una medida que -consideran- aumentarán aún más los hechos de inseguridad en el barrio.
El pasado 6 de mayo, Macri ofreció una conferencia de prensa junto a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y su par porteño, Waldo Wolff, en donde confirmó la instalación de los paradores para alojar presos en tres comunas de la Ciudad: Saavedra, Chacarita y Barracas, como una medida paliativa a la superpoblación carcelaria en comisarías y alcaidías de la Capital Federal.
Ante la noticia de que los containers con presos se van a instalar en el playón de la comisaría 4 D (más conocida como la excomisaría 30ª), los vecinos de Barracas comenzaron a hacer visibles sus reclamos con numerosas movilizaciones y protestas frente a lo que consideran un atropello para la seguridad del barrio.
“Hace dos años que los vecinos de Barracas nos movilizamos y reclamamos seguridad, porque han aumentado considerablemente los delitos en esta zona”, comenta un vecino que hace más de 40 años que vive en el barrio. “Esto comenzó con la instalación de dos Centros de Inclusión Social (CIS) que, si bien su objetivo inicial fue asistir a personas en situación de calle, en la realidad se alejaron de eso y se convirtieron en refugio para delincuentes que tienen tobilleras electrónicas y entran y salen sin ningún control”, agregó.
Entraderas, asesinatos, asaltos, robos a vehículos, o el menudeo delictual de hurtar piezas de bronces, porteros eléctricos y hasta fusibles de las cajas de alta tensión de la compañía Edesur, son moneda corriente para un barrio que, además de ese cóctel explosivo, debe aguantar la llegada de nuevos presos.
Ahora, dentro del playón de la comisaría 4D, que está situada en la calle California, debajo de la autopista, se van a instalar a mediados de julio, 19 contenedores que tendrán la capacidad para albergar a 70 presos. Además de ahí, el GCBA va a instalar otros módulos en la comisaría de la comuna 12 (Ramallo al 4300), en Saavedra, y en la comisaría de la comuna 15 (Guzmán al 300), en Chacarita.
Los vecinos están alarmados porque frente a la comisaría donde van a instalar los contenedores para presos hay varios colegios, dos clubes, el polo de indumentaria, edificios, numerosos comercios, y todo situado a una cuadra de la avenida Montes de Oca, una de las principales arterias comerciales de la zona.
Para Miguel, dueño de un local de ropa en la zona, “el gobierno porteño, lejos de ayudarnos a vivir más seguros, lo que hace es generar nuevos focos delictivos. Le pedimos a Jorge Macri que reconsidere esta decisión ya que lo único que hace es poner aún más en riesgo nuestra integridad física y nuestra vida”.
La fecha de entrada en vigencia de estos paradores es el mes de julio. Los vecinos de Barracas están en pie de guerra y ya anuncian nuevas marchas y concentraciones para que el propósito del jefe de gobierno porteño no se lleve a cabo.
