Inicio Política/Economía A regañadientes, el gobierno kirchnerista enarbola las banderas de Miguel Pichetto

A regañadientes, el gobierno kirchnerista enarbola las banderas de Miguel Pichetto

La primera frase fue dura: «Hay que expulsar inmediatamente a los extranjeros que delinquen. Sobre todo a los que cometieron delitos menores: hay que echarlos a patadas rápido» (octubre del 2018).

La segunda fue más subida de tono: “Hay que terminar con todo esto de los curitas villeros y su progresismo trucho y estúpido. No debemos ser tolerantes con los extranjeros que delinquen. Estamos hablando de una Argentina que no verifica claramente los antecedentes penales de colombianos, peruanos o paraguayos que cometen delitos de narcotráfico» (octubre de 2019).

La última, pedía a gritos lo que el Gobierno kirchnerista puso en práctica ayer, pese a que su ideología le indica lo contrario: «Los extranjeros que cometen delitos, una vez cumplida la pena, deben ser expulsados» (enero 2020).

Las tres aseveraciones pertenecen a Miguel Angel Pichetto, ex número dos de Mauricio Macri en la fórmula presidencial de 2019, y quien supo enfrentarse varias veces al conglomerado K por pedir justamente que los extranjeros que cometieran delitos fueran deportados a sus respectivos países.

En las últimas horas los argentinos vimos azorados las imágenes que llegaban desde la televisión sobre decenas de personas que murieron o fueron internadas en grave estado por el consumo de cocaína envenenada. Incluso, lo más dramático del caso fue el número de muertos -hasta ahora, 23-.

Ante la dimensión de la locura vista, la policía allanó el lugar donde se vendió la cocaína envenenada, y procedió a detener al responsable del fraccionamiento y la venta de esa sustancia adulterada: un hombre de nacionalidad paraguaya, Joaquín Aquino, apodado «Paisa», quien fue arrestado, y ayer expulsado de la Argentina por orden de la Dirección Nacional de Migraciones, que lidera Florencia Carignano que, a su vez, depende del ministro del Interior, el camporista Eduardo Wado de Pedro.

«Hay una visión de esta mirada cultural de tolerancia con los delincuentes. Nadie piensa en la víctima”, sostiene el auditor general de la Nación, Miguel Pichetto.

Todo ocurrió en uno de los tantos asentamientos que existen en el conurbano bonaerense, más precisamente en el conocido como Puente 8, de la localidad de Tres de Febrero. Enterado del asunto, un histriónico Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, recomendó a los consumidores no tomar la cocaína que habían comprado en el lugar 24 horas antes, como si un adicto almacenara su dosis para «deleitarse» en otro momento.

«La Dirección Nacional de Migraciones, dependiente del Ministerio del Interior, dispuso la expulsión del país con prohibición de reingreso permanente a Joaquín “Paisa” Aquino, de nacionalidad paraguaya, vinculado a la causa de la cocaína envenenada. La medida se hizo efectiva esta tarde, cuando personal de la DNM entregó la notificación con la que se dispuso la expulsión en la sede de la Comisaría 9 de Quilmes, lugar de detención de Aquino, para ser elevada al juez de la causa», dice el comunicado de Migraciones.


La decisión del organismo migratorio se debió a que desde 2017 «Aquino tenía condenas por tenencia ilegal de arma de guerra y por tráfico de estupefacientes en su modalidad de tenencia con fines de comercialización”, explicó Carignano que también aclaró que la medida de expulsión y la prohibición de reingreso a nuestro país será ahora permanente y que se hará efectiva cuando lo decida la Justicia que interviene en el caso.

Migraciones notificó al paraguayo Joaquín Aquino que será expulsado de la Argentina.

La expulsión había sido dictada en 2017 pero no pudo hacerse efectiva porque el acusado estaba prófugo. En ese entonces, le habían prohibido reingresar al país durante ocho años, pero nunca lo encontraron. 

La conmoción que generó el caso volvió a abrir el debate que instaló Pichetto hace un par de años y que al kirchnerismo le provoca urticaria. El preámbulo de nuestra Constitucional Nacional permite a todos los hombres del mundo habitar el suelo argentino, pero el artículo 14 nos conmina a trabajar y a ejercer todo industria lícita. A la luz de los hechos, ninguna de las dos era las que realizaba el Paisa Aquino en nuestro país.

¿Hay que expulsar a los extranjeros que delinquen? Sí. ¿Debemos mantenerlos con nuestros impuestos? Definitivamente no. ¿Los derechos humanos en la Argentina se vuelcan y simpatizan más con el victimario que con la víctima? El progresismo kirchnerista siempre enarbola las banderas del garantismo. Los 4 mil presos que largaron a las calles durante la pandemia así lo demuestra. Por eso, aunque no sea más que un enunciado hasta que el juez se expida, se celebra la decisión oficial de expulsar a un narcotraficante paraguayo.