El maratón es una de las competencias más emblemáticas del programa olímpico. Para la Argentina es, además, una prueba que proporciona dorados recuerdos por los éxitos de Juan Carlos Zabala en Los Angeles 1932 y Delfo Cabrera en Londres 1948. En Tokio 2020 serán tres los representantes de nuestro país en los 42.195 metros: Marcela Cristina Gómez, Joaquín Arbe y Eulalio Muñoz. Este trío está listo para recorrer las calles japonesas.
Las pruebas de maratón se desarrollarán en la ciudad de Sapporo, prefectura de Hokkaido, a 800 kilómetros de Tokio. La competencia femenina se largará el 7 de agosto a las 7 hora local (las 19 del 6 de agosto en la Argentina), mientras que los hombres lo harán el 8 de agosto a la misma hora (las 19 del 7 de agosto en la Argentina), cuando se acerca la culminación del máximo acontecimiento deportivo mundial.
Quizás sea un dato anecdótico, pero el 7 de agosto no es una fecha más para el atletismo argentino. Zabala y Cabrera obtuvieron la presea dorada ese día con 16 años de diferencia.
UNA CARRERA DE ESTRELLAS
Gómez (su mejor marca es 2 horas 28 minutos 58 segundos), Arbe (2h11m02s) y Muñoz (2h09m59s a solo dos segundos del récord nacional de Antonio Silio) serán los representantes argentinos, junto a la elite mundial.
Estará presente nada más y nada menos que el keniata Eliud Kipchoge, dueño del récord mundial con un registro de 2h01m39s. Esta estrella del atletismo aspira a agrandar su leyenda con el segundo título olímpico consecutivo, como lo hizo en Tokio 1964 el etíope Abebe Bikila, una leyenda que ganó en Roma 1960 corriendo descalzo. Sus principales rivales serán sus compatriotas Lawrence Cherono (2h03m04s como mejor marca) y Amos Kipruto (2h03m30s), los etíopes Sisay Lemma (2h03m36s), Lelila Desisa (2h04m45s) y Shura Kitata (2h04m.49s) y el tanzano Gabriel Geay (2h04m55s).
Entre las damas la máxima favorita es Brigid Kosgei, de Kenia, quien con 2h14m04s atesora la plusmarca mundial. Deberá competir contra excelentes atletas como sus connacionales Peres Jepchirchir (2h17m16s) y Ruth Chepngetich (2h17m08s y actual campeona del mundo, las etíopes Roza Dereje (2h18m30s), Birhane Dibaba (2h18m35s) y Tigist Girma (2h19m52s) y las japonesas Mao Ichiyama (2h20m29s) y Honami Maeda (2h23m30s).
Marcela y Joaquín acaban de cerrar su preparación en la altitud de Paipa (Colombia), mientras que Muñoz lo hizo en Toluca (México), también en la altitud.
El mérito de estos atletas es inmenso, al igual que el de otros corredores de distintas distancias (Daiana Ocampo en maratón, Federico Bruno en 1.500 metros o Florencia Borelli en 5.000, quienes no pudieron acceder a la cita olímpica). Los nuevos sistemas de clasificación establecidos por World Athletics son muy duros y restrictivos. En el caso de nuestros corredores, la preparación durante este último período -desde que comenzó la pandemia- se vio muy dificultada, tanto por la situación sanitaria general como por las restricciones y confinamientos.
En el caso de Eulalio y Joaquín, por ejemplo, tuvieron que pasar varios meses de confinamiento en Esquel durante la pasada temporada. También -y esta es una situación conocida por toda la comunidad de corredores, cualquiera sea su nivel- la posibilidad de competencia desde marzo 2020 prácticamente fue nula. Y nuestros atletas, además, debieron aplazar varios ciclos de entrenamiento en la altitud debido a la imposibilidad de viajes.
Pero más allá de esa situación, los tres constituyen la esperanza de un país que supo saborear las mieles del éxito, aunque hoy tenga como mayor aspiración es hacer un buen papel contra los fenómenos de la actualidad.
