Inicio Negocios “Hoy en Argentina hay un fuerte proceso de desinversión”

“Hoy en Argentina hay un fuerte proceso de desinversión”

La incertidumbre a la hora de armar un plan de negocios es ya moneda corriente en la Argentina. “Hay mucha desconfianza”, enfatiza Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI. La situación crítica de la macroeconomía vuelve al país un terreno resbaladizo al momento de hundir capitales, concretar inversiones.

La mirada del experto, mano a mano con Brunch!, es valiosa. Lo avala su trayectoria. “Gerenciamos patrimonios, activos e inversiones, que pueden ser financieras e inmobiliarias, pero también con una mirada 360, monitoreando lo financiero, legal, impositivo, sucesorio, cambiario y hereditario”, explica.

Y agrega: “Tenés que tener conocimiento y profesionales dentro y fuera de la empresa que no solamente manejen perfectamente lo financiero tanto en el país donde vive el cliente sino también en el país adonde se le invierte al cliente. Para un argentino nosotros tenemos que saber cuáles son todos los impuestos que los gravan. Tenemos clientes en 14 países y oficinas en Miami, Uruguay y Argentina. Somos un equipo de 29 personas. Cada cliente ya tiene su contador, entonces hay que coordinar, intercambiar información. Hay que trabajar con dos tributaristas en cada país donde vive cada uno de los clientes. Lo mismo a nivel legal, me refiero a cuestiones societarias o familiares. Hay que conocer muy bien el derecho de familia en cada uno de los países donde vive el cliente”.

¿Cómo ves el clima de inversiones en la Argentina?

Yo soy rotario. En Rotary está prohibido hablar de religión, política y futbol. Está prohibido hablar de todo lo que significa fanatismo. Siempre respetando al otro. En ese aspecto nos manejamos de la misma manera. No opinamos a nivel político. Por ejemplo, no opinamos sobre el Bitcoin, que ha generado tanto fanatismo. Tratamos de salir de esas discusiones. Dicho eso, lo que ocurre en Argentina es una total desinversión de la gente. Cuando digo desinversión es vender sus inmuebles y llevarse todo afuera, montar su empresa afuera o por lo menos la operación que significa la exportación. Hoy la gente quiere disociarse de Argentina, a nivel títulos, a nivel empresas, a nivel activos y en cierta forma a nivel vida. Hay muchas expresiones de deseo, eso de ¡me quiero ir! De ahí a que se vayan es otra cosa. Muchos lo están haciendo.

La tentación de vivir mejor en el Uruguay.

Muchos quieren irse a Uruguay, entonces hablamos y analizamos. ¿Cuál es tu fuente de ingresos? Argentina. ¿Ganás en pesos? Sí. En Uruguay para mantener tu calidad de vida tenés que multiplicar por cuatro. Hay que pensarlo. Analicemos el tema coronavirus. Es mejor que te agarre en Capital Federal con el OSDE 410 que en Uruguay. Hay gente que se mandó igual y ahora se está arrepintiendo. Se tomaron muchas decisiones emocionales. Pero la realidad es que hoy en la Argentina se desinvierte. Por eso no ponen un peso en las empresas.

¿Advertís diferencias con la región?

Paraguay es muy nacionalista. El empresario sigue invirtiendo en Paraguay. Afuera tienen algunas restricciones porque para algunos países están considerados en una lista negra. Brasil es muy brasilero pero miran cada vez más afuera. El uruguayo es mitad y mitad. El pesimismo que hay en la Argentina se ve en los títulos.

Pero a la hora en que un cliente te consulta, inversión en mano, ¿adónde le sugerís hundir ese capital?

Depende para qué. En inmuebles, ni de casualidad en Argentina porque hoy lo consideran como que están enterrando la plata. Si es una inversión productiva, si es para vender en el mercado local, no hacen nada porque no saben cómo va a estar ese mercado a futuro a nivel consumo. Muchos están explorando otros países para hacer allá lo mismo que hacían en la Argentina. El que exporta ya se fue o se está yendo. El que arrendaba campos en Argentina  ya se fue o se está yendo a Brasil, Paraguay o Uruguay.

Puntualmente en finanzas, ¿tus clientes en la Argentina te piden instrumentos para ganarle a la inflación?

Sí, lógico. Hoy los títulos CER o UVA, de alguna forma. Pero el problema es el Indec. Mi garantía es Pedro Lines, que es el director técnico. Mientras él siga le voy creyendo. Es una garantía. Si se va, es mala noticia.

¿Qué es lo que más te preocupa de la Argentina cuando la mirás desde el punto de vista de las inversiones?

Las reglas de juego y la credibilidad. Uno se maneja por flujos. Yo puedo no creer en un país, pero si los flujos están yendo, yo tengo que ir. China es una gran dictadura con un orden que es una olla a presión. En algún momento revienta todo. Ahora India es una gran democracia pero es un quilombo.

¿Hay que tener cierto timing para saber cuándo seguir esos flujos y cuando salirse de la corriente?

Exacto. Si en todos estos meses, enojado porque China es una dictadura no invertiste, sonaste porque todos los flujos fueron ahí. Crecieron más del 2% año contra año. El último trimestre fue 6,5% anualizado. Si te metiste en la ideología, moriste. En la Argentina los flujos no entran. El mercado tanto de bonos como de acciones es el más barato del mundo, pero los flujos no entran. Vas a entrar sí y sólo sí empiezan a entrar los otros.

«Es impresionante lo que los argentinos están exportando en servicios»

¿Qué señal está haciendo falta para que empiecen a entrar esos flujos?

Tenemos muchos clientes en el management de multinacionales o de empresas de servicios y están desesperados. Por ejemplo, en lo que es energía, exportación de gas, el Gobierno te dice: ‘Hoy exportan a Chile, mañana no exportan, no exportan, no exportan, ahora exportan’. Así no se puede. Chile está pagando el gas mejor que nadie porque le resulta más barato. Es una gran fuente de divisas y paga al contado. ¿Por qué no dejan exportar si hacen falta divisas? El ducto ya está armado. En el shale rompés y sale gas, dejás de romper y no sale más. ¿Qué están haciendo las empresas? Levantaron todos los equipos y extraen lo que sale naturalmente. No rompen más. En tres o cuatro meses te quedás sin gas. El shale es a prueba de gobiernos populistas. En telecomunicaciones lo que está, está. Congelaron las tarifas. Al mismo caño que había no lo agrandan más. Entran los que entran. Siguen vendiendo pero es el mismo caño. Cada vez tendremos menos velocidad. ¿Quién va a poner más fibra óptica? Era impresionante en números las inversiones que había en fibra óptica. Pararon hace rato. Pensemos en el campo. Me voy a Uruguay donde el costo de logística es más alto y tenés problemas con los gremios, pero saco como mínimo un 50% más post retenciones que en Argentina. Ni hablar en Paraguay y Brasil. Las exportaciones de servicios crecieron exponencialmente, pero todo exportado desde afuera o en negro.

¿Esa es una ventana de oportunidad para la Argentina, el desarrollo de la exportación de servicios?

Impresionante lo que los argentinos están exportando afuera en servicios. Aumentó el doble. Hay profesores de física y matemática dando clases en Latinoamérica. Físicos, contadores dando servicios de auditoría y contabilidad, programadores, arquitectos, ingenieros. Ahora, todo eso en negro o exportan formalmente desde otros países. ¿Por qué no lo hacen en blanco? Por la brecha. La gente ve el costo de oportunidad. El gobierno dice que el tipo de cambio es competitivo, pero el empresario o el programador mira otra cosa. He visto gente trabajando en barrios muy humildes o pueblitos chiquitos, exportando servicios. Pibes desde una computadora programando para afuera.

¿Si el Gobierno lograra achicar la brecha, más allá de los instrumentos que se utilicen, se podría blanquear toda esa actividad o no hay incentivo?

Sí, lo que quieren es trabajar en paz. Pago lo que tengo que pagar, pero en paz. Trabajar en negro o en una cueva les molesta. No quieren eso. Pero tampoco quieren ser tan estúpidos de ingresar a 80 algo que vale 160. Hay que sincerar el tipo de cambio. No vale 85, vale lo que vale, libre mercado. No quieren que les pesifiquen. En ningún país del mundo pesifican. Lo que digo es que hay mucha desconfianza.