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Espacio y satélites ¿Renacimiento?


Por Christopher Casarrubias
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El pasado agosto, T Mobile y SpaceX anunciaron la iniciativa Coverage Above and Beyond que tiene como objetivo llevar conectividad celular a todo lugar en los Estados Unidos con la ayuda de Starlink, la constelación de satélites en órbita terrestre baja perteneciente a Elon Musk. Los jefes de T-Mobile y SpaceX/Starlink explicaron que actualmente a pesar del despliegue de redes inalámbricas LTE y 5G, más de medio millón de millas cuadradas en los Estados Unidos (el tamaño de Phoenix, una de las 10 ciudades más grandes en aquel país), además de vastas extensiones de océano, no son tocadas por ninguna señal celular.

Otro anuncio que despertó gran interés vino sólo un mes después. En septiembre, Apple anunció que su nuevo teléfono –el iPhone 14– contaría con conectividad satelital, lo que permitirá a los usuarios enviar mensajes de emergencia incluso en zonas sin conectividad celular o vía WiFi. Apple presumió esta nueva capacidad a la par de todos los demás avances de su nuevo dispositivo.

Finalmente, también en septiembre pasado, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) otorgó a Lynk la primera licencia comercial para el servicio de teléfono móvil vía satélite o en otras palabras conectividad satelital directo al teléfono. Mas allá de los temas regulatorios que este servicio conlleva (uso de espectro del servicio móvil por satélite por el servicio móvil terrestre) esta aplicación es de lo más interesante y podría ser un “game changer” para las industrias satelital y móvil.

Enhorabuena: esta actividad es indicativo de la evolución de la tecnología satelital; de una tecnología limitada en cuanto a los casos de uso que puede servir, a una tecnología con un amplio potencial comercial.

  • Congreso Latinoamericano y el Futuro del Sector Espacial

En septiembre pasado asistí como ponente al Congreso Latinoamericano de Satélites. Este congreso que se realiza año a año en Río de Janeiro es una buena plataforma para exponer y escuchar las tendencias comerciales, tecnológicas y regulatorias en el sector espacial, en general, y la industria satelital, en específico. El tenor general de las discusiones tanto en los paneles, como en los pasillos fue de mucho entusiasmo por lo que sucede en la industria: nuevas tecnologías, nuevos jugadores y constelaciones, modelos de negocios más flexibles, integración vertical, consolidación expresada en adquisiciones o fusiones entre grandes operadores, entre otros temas. Uno de los organizadores me compartió que hace solamente dos o tres años, el ánimo en este congreso era bien distinto y se hablaba sobre la viabilidad del sector (¿seguiremos existiendo?), cuando hoy hablamos sobre su futuro, su potencial.  

Enhorabuena:  se requiere de todo el toolkit de soluciones tecnológicas para seguir reduciendo las brechas de cobertura y asequibilidad; ninguna tecnología por sí misma ha sido o será suficiente. El rol de las comunicaciones satelitales para conectar personas y negocios en toda América Latina es fundamental y así lo entiende la industria, gobiernos y organismos internacionales y regionales, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

  • Conferencia de Plenipotenciarios y la Importancia de la Regulación del “Space Commons”

Hace apenas unos días, concluyó la Conferencia Plenipotenciaria (PP-22) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), celebrada en Bucarest, Rumania. La PP se celebra cada cuatro años y es el foro donde los Estados Miembros de la UIT deciden cuál será el papel de la organización en cuanto al desarrollo de las TIC; en la PP22 también se eligió al nuevo equipo que encabezará a la UIT en los años venideros.

La agenda sustantiva de esta conferencia suele estar enfocada a temas relacionados con la participación y protección de grupos vulnerables en Internet, nuevas tecnologías (inteligencia artificial, OpenRan), ciberseguridad, la participación de la industria y la sociedad civil en la construcción de políticas públicas para el sector TIC, entre otros. En esta ocasión, sin embargo, además de esos temas, la PP debatió también vigorosa y constructivamente asuntos relacionados con el espacio, el rol de las nuevas constelaciones multisatelitales y las medidas que podrían ser relevantes para asegurarnos que operen responsable y sustentablemente y con atención a principios de competencia en el mercado.

Las discusiones fueron interesantísimas, en su mayoría lideradas por expertos enviados por los estados miembros, lo que indica la creciente importancia de estos temas en todo el mundo; las discusiones fueron también balanceadas, en el sentido que las posiciones de diversos países (Ruanda, Nigeria, Samoa, Brasil, Rusia, Irán, Francia, Canadá) con intereses disímiles fueron escuchadas e influyeron las resoluciones adoptadas. Estas resoluciones llaman a la UIT a estudiar más a fondo el tema de acceso equitativo a las órbitas espaciales para todos los países y recomienda a las administraciones que al considerar autorizaciones para sistemas no geoestacionarios tomen medidas para asegurar la coexistencia con satélites geoestacionarios y otros servicios de radio.

Enhorabuena: celebro que una conferencia de la importancia de la Plenipotenciaria debata estos temas y proponga medidas para la sustentabilidad del espacio. Resultará también importante que no haya duplicación entre las acciones que llevara a cabo la UIT y las que se realizan en otras organizaciones.

  • Conclusión

Estamos en punto de inflexión en la industria satelital, en buena medida debido al impulso de las nuevas constelaciones de orbita baja, cuyos servicios tienen una latencia mucho menor vis a vis los satélites geoestacionarios. Esta capacidad será clave para permitir la integración de backhaul 5G a través de un enlace satelital además de muchas otras aplicaciones sensibles a la latencia.

Por otra parte, la demanda de banda ancha de alta calidad y alto rendimiento se ha disparado y no se vislumbra una desaceleración. Por el lado de la oferta, la tecnología seguirá avanzado (tecnología espacial, terrestre y de equipos de usuario); los modelos comerciales seguirán evolucionando hacia ofertas más flexibles y los costos de fabricación y lanzamiento podrían disminuir. Además, hay dinero: Bezos, Musk, Mittal, entre otros, convencidos de las bondades de los sistemas de órbita baja están financiando su despliegue.

* Christopher Casarrubias es responsable de Asuntos Regulatorios y Gubernamentales de OneWeb