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Verónica Perdomo: “Es tremendo recordar que hace 15 años tuve un ACV y hoy soy mamá”

La modelo y actriz que participó en ‘Bailando por un sueño’ volvió a hablar de lo que le pasó en 2009 y de cómo enfrentó la enfermedad. La resiliencia, clave en la recuperación. Cómo prevenirlo.

“Luego de un coma de trece días, mi cuerpo y mi cerebro trataban de reponerse de un accidente cerebrovascular que me dejó en una cama sin poder moverme ni hablar. Tuvieron que enseñarme todo de nuevo, como la primera vez. Tuve que aprender a hablar, a leer, a escribir, a caminar y a hacer el amor, todo desde el principio” explica a Brunch la modelo y actriz Verónica Perdomo, quien sufrió un ACV isquémico en 2009 que paralizó su vida.

Hoy, 15 años después de ese trágico suceso, revela en una entrevista exclusiva su alegría por ser mamá de gemelos (cuando los médicos se lo desaconsejaban) y vivir tranquilamente en Punta del Este, Uruguay, lejos de las luces y ruidos de la avenida Corrientes que solía frecuentar. 

Uno de los primeros famosos en sufrir esta enfermedad había sido Carlos Calvo. Luego vinieron Perdomo, Gustavo Cerati, Lucía Galán y, más recientemente, Joaquín Furriel. La lista es más larga aún si contamos a personalidades del exterior como la actriz Sharon Stone, Jean-Paul Belmondo o Hugh Heffner, el creador de Playboy.

Todos ellos, en mayor o menor medida, sufrieron síntomas como dificultad en el habla, ceguera, hormigueo en las extremidades, falta de equilibrio o desviación de la comisura labial, aunque el síntoma más común del ACV suele ser la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara.

Sin embargo, en el caso de la ex participante del ‘Bailando por un sueño’, el accidente cerebrovascular fue por la obstrucción de una de las arterias que lleva sangre al cerebro. Tanto su internación como su milagrosa recuperación han sido motivos de largas páginas de tinta en todos los diarios argentinos.

“Hoy me siento muy feliz, muy agradecida de verdad. Pensar que pasaron 15 años y hoy soy mamá es tremendo. ¡Cómo pasa la vida! Ves cómo uno va sobreviviendo, a pesar de que es una palabra que no me gusta usar mucho porque uno vive mientras las cosas se acomodan.

– ¿Sentís que la sociedad tomó más conciencia con tu caso?

– Creo que más que nada fue el impacto de la enfermedad en una chica joven que estaba en el ‘Bailando’. Y como trabajaba en los medios se empezó a difundir, pero sólo fue un momento. Hace falta mucha campaña para prevenir, no es sólo por un caso porque sino la gente se olvida. Inclusive hay que hacer campañas en los colegios porque el ACV se puede prevenir.  

– ¿Qué te pregunta la gente cuando te ve en la calle?

– Todavía me llaman muchos pacientes que tuvieron un ACV y me piden tips para poder hablar o cosas así. Cuando hablás con personas que también lo tuvieron sentís que le das un poco de esperanza, decirles que pueden salir bien de un ACV. Capaz que tenemos secuelas, algunos más, otros menos, pero la clave más importante es cómo vivís con esa secuela. No sirve quedarte en la cama llorando o enojándote. A veces el cerebro está tan acostumbrado que necesita esa queja, y al final de eso hay un dolor, hay algo que no está bien. Hace poco vi una nota de una chica que cuando despertó del coma no tenía manos ni pies. Ante el shock de verse así, dijo algo que me encantó: “ya no tengo manos ni pies, pero tengo corazón y cerebro”. Esa es la diferencia. ¿Es una mierda lo que te pasa? Sí, pero tenés que transformar tu situación.

– Siempre fuiste una persona muy positiva y resiliente.

– Creo que estar cerca de la muerte te hace valorar más la vida. Nadie debería pasar por ese proceso para darse cuenta, pero sí ocurre que muchas veces cuando te pasa algo o alguien de tu familia se muere, decís “lo voy a hacer”, y luego el cerebro es vago y pasan los días y se vuelve a los mismos hábitos. Si sos una persona negativa que siempre te hablás mal de vos mismo, es difícil cambiar.

SER MADRE

Perdomo reconoce que siempre fue una chica divertida y que le gustaba pasarla bien. En la cúspide de su carrera, cuando participaba del programa de Marcelo Tinelli, ni se imaginaba lo que le depararía el destino, ni para bien ni para mal, pero asegura que el embarazo también le cambió la vida.

– Ahora sos madre de gemelos, ¿fue otro milagro?

– ¡Eso fue culpa de la cuarentena! (risas). Yo no era una mujer que decía “quiero tener hijos sí o sí” o “si no tengo hijos quiero ser feliz”. La verdad es que cualquier viaje, cualquier plan era más divertido para mí que tener hijos. Cuando me quedé en cuarentena acá en Uruguay, varada, haciendo nada y sin poder viajar, me dije: “Si yo tengo que ser mamá, es el momento”. Por dentro siempre estuvo el deseo, y cuando sucedió fue maravilloso. Y aparte fue re consciente. Las cosas se dan cuando tienen que ser, ni más rápido ni más despacito. 

– ¿Qué te generan tus hijos?

– Son un alto aprendizaje. Ellos me enseñan todo, y creo que lo más importante es ser amorosos, darles mimos. Después todo lo otro va a venir. Tengo dos bebés que son una bola de amor y son re distintos. Además, yo soy re pisciana, muy emocional, y ellos son de otro signo, creo que de Aries (no sé mucho de signos). Son hombres que van, vienen, luchan. Un día volvieron del jardín y empezaron a jugar al hombre araña, ¡y nunca les habíamos mostrado la película! Entre ellos también son distintos. A uno le gusta mucho la música y al otro la pelota. Mañana pueden ser otra cosa porque cambian todo el tiempo.

– ¿El haberte quedado varada en Uruguay también fue una señal de que ibas a quedarte a vivir allí?

– Eso nunca se sabe porque siempre quiero volver a Argentina. Estoy ahora acá, pero después me puedo ir a otro país, no sé. Quiero que mi vida fluya, no me cierro a nada. Buenos Aires me parece un lugar hermoso, pero creo que aprendí a aceptar y poner las cosas positivas con lo que me toca. Cuando me tocó estar varada pensé que sería maravilloso ser mamá en un lugar así de tranquilo.

– ¿Cuáles son tus proyectos?

– Ahora estoy viendo para dónde voy con las charlas, pero tengo ganas de hacer un programa de radio o de streaming. Así como soy yo, espiritual y con gratitud. Muchas veces pasa que cuando escuchás a alguien, algo te queda. Con lo que me pasó del ACV me gusta ayudar en ese sentido. No obstante, ahora estoy muy conectada con los nenes y no tengo mucho lugar, pero creo que para el año que viene voy a volver a hacer algo que me guste. También estoy escribiendo un libro que tiene que ver con el proceso de ser mamá, aunque también hablo de las expectativas del otro y las interpretaciones de cada uno.

PREVENCION

“El ACV exige medicación específica, por lo cual las acciones que se tienen que tomar no están disponibles en la casa. Lo mejor que puede hacer la familia es llamar a la asistencia lo más rápido posible o trasladar al paciente a un centro asistencial”, Jorge Rocco, médico psiquiatra que guió a Perdomo en su recuperación (Matrícula Nacional 50852).

Verónica Perdomo, Sebastián Muzi, autor de la nota, y Jorge Rocco, médico psiquiatra que trabajó en la recuperación de la paciente.

QUÉ HACER EN CASA

  • Ante los primeros síntomas, llamar al 107 o 911 rápidamente.
  • No suministrar ninguna medicación.
  • Anotar la hora en que se dieron los primeros signos.
  • Quedarte hasta que llegue ayuda especializada y asuma el control.
  • Si la persona no responde y no respira con normalidad, practicar la RCP