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“El Gobierno tiene que escuchar los reclamos”

La marcha opositora que se autoconvocó en diversos puntos del país es una señal de alarma para el Gobierno. La masa de individuos, heterogénea pero con un reclamo en común, obliga a realizar lecturas políticas. En esto de hacer sintonía fina sobre este tipo de fenómenos, en Brunch llamamos a Julio Burdman, doctor en Ciencias Políticas y docente universitario, quien nos ayuda a pensar las diversas facetas de este escenario de tensión social.

¿Qué lectura hace de la manifestación en contra del Gobierno?

Fue importante. Mayoritariamente opositora, aunque con algunos elementos medio inciertos sobre cuál es el destino electoral de esos manifestantes. El Gobierno tiene que escuchar porque se trata de una manifestación que está enmarcada en un contexto de agenda de demandas muy concretas y fuertes. El Gobierno tiene que descartar dos cosas: primero, que acá no hay demandas. Los reclamos eran bastante concretos. Algunos cacerolazos fueron más heterogéneos. Estamos en una crisis padrísima y no se puede ignorar que hay un vínculo entre ese contexto y cualquier tipo de expresión de malestar.

¿Cuál es el otro punto?

Lo segundo es que tampoco se puede creer que los manifestantes estaban motivados por algún grupo social específico o hacer hincapié de que son de tal o cual rango etario. Puede haber diversos niveles de intensidad, pero hay indicadores de opinión pública que dan cuenta de que hay malestares sociales muy importantes. Es un movimiento que parece, por el momento, carecer de liderazgos. En parte sí. La oposición está convocando hasta ahí. No queda claro que sean votantes de tal o cual partido. Tiene componentes de independencia. Me da la impresión que no se identificaban con tal o cual partido. La identidad no partidista está presente y hay que respetarla. No se puede decir que son de Cambiemos aunque no lo dicen.

En las redes los manifestantes se jactan de que le ganaron la calle al peronismo, que no sale por no contradecir al Gobierno. ¿Puede haber una reacción si le siguen mojando la oreja?

Van a necesitar que los convoquen. Este tipo de manifestaciones con formato de independencia no son del peronismo. Tienen más que ver con los cacerolazos. El peronismo convoca y es un movimiento organizado.

«Lo que al gobierno le conviene es que la manifestación no tenga un hilo conductor»

La reaparición de Mauricio Macri, ¿le suma o le resta al Gobierno?

Lo que al Gobierno más le conviene es que esta manifestación no tenga un hilo conductor, caracterizado por tal o cual grupo. Se da también la presencia de gente medio delirante, vinculada con el terraplanismo o Biondini (Alejandro). Que aparezca Macri como hilo conductor no le suma al Gobierno. Macri finalmente es un referente de la oposición formal. Por otra parte, me da la impresión de que las declaraciones de Macri tienen cierto déficit. Tampoco parece él en condiciones de liderar un movimiento así. En parte estuvo este formato de independencia por el hecho de que estos también están disconformes con Macri.

En el plano de esta disconformidad con la política, ¿hay espacio para que surja un outsider, un candidato que venga de los márgenes del sistema? ¿Puede aparecer un Bolsonaro?

Lo que pasa en Argentina es que estos fenómenos como Bolsonaro, Trump y otros parecen masticados por la experiencia externa. Si aparecen será tras una importante reflexión interna. Serán fenómenos transformados. Una característica de ellos es que irrumpieron con mucha sorpresa. Acá no va a pasar. Algo de esto está siendo imitado o transformado por algunos dirigentes de Cambiemos y por otros dirigentes de la oposición más de derecha. Los libertarios conservadores están claramente imitando estos liderazgos, es un intento de emulación. Algunos de Cambiemos también observan ese fenómeno.

¿Cómo se va armando el mapa de cara a las elecciones legislativas del año próximo?

El desafío que tiene el Gobierno y la oposición es evitar la aparición de fenómenos sorpresivos. Venimos de una elección polarizada donde el 90% del electorado estuvo dividido en dos opciones. Ahora se viene un desgajamiento de ese bloque. El voto de medio término siempre se disgrega más. La unidad de esos dos grandes bloques será imposible de mantener. Tendrán que evitar que se consolide un bloque de derecha en ciudades grandes, y evitar también fenómenos de provincialización y de disidencia en otros distritos. Acá veremos acciones preventivas.

¿Acciones de qué tipo?

Por un lado, tratar de fogonear las disidencias. Cambiemos aprovecharía una grieta en el peronismo. Al Gobierno, en cambio, le conviene que aparezca una oposición libertaria o bolsonarista. Ambos bloques van a tratar, si aparece esto, que sea por adentro. En Cambiemos quieren que Bullrich represente ese espíritu, pero que esas figuras no rompan. En el peronismo ocurre algo similar, que aparezca un Berni u otra figura del massismo, pero sin romper. La misión será contener y absorber, y promoverlos desde adentro.